El amor de hermanos es uno de los lazos más fuertes. El ejemplo de las hermanas Davidson es una clara muestra. Grace, de 36 años, dio a luz gracias a la colaboración Amy.
La extensa lucha de la mujer, que nació con un útero con una extraña patología, arrancó hace varios años. En principio, hizo todo lo posible para recibir el órgano de su madre, pero no era compatible.

Amy, junto a Grace, junto al «bebé milagro». El caso emocionó a todo el Reino Unido.
Hasta que su propia hermana, que mantuvo una decisión certera junto a su pareja para ayudar a Grace y resignar a la chance de volver a ser mamá (tiene dos criaturas), cambió el ánimo de toda la familia.
Finalmente, llegó la tan ansiada fecha en el Hospital Churchill de Oxford. El parto, que fue por cesárea, duró 17 horas y contó con la presencia de 30 médicos en el proceso. Y lo que llamó la atención fue el nombre de la pequeña, que fue bautizada como “Amy”, en homenaje a su tía.

Final feliz. El grupo de médicos que participó de la cesárea, junto a la mamá.
Según afirmaron los cirujanos, el nacimiento de la pequeña llenará de esperanza a las 15.000 mujeres del Reino Unido en edad fértil que no tienen un útero funcional, 5.000 de las cuales nacieron sin útero.
La primera bebé crecida en un útero trasplantado nació en 2014 en Suecia y en 2018, en Brasil, nació el primero en América Latina. Desde entonces se han realizado unos 135 trasplantes de este tipo en más de una decena de países, incluidos EE. UU., China, Francia, Alemania, India y Turquía. Y han nacido unos 65 bebés.