Máximo Napa, pescador peruano, podrá decir que la vida le dio otra gran oportunidad a los 61 años. El hombre permaneció perdido en el mar durante 95 días y cuando todos esperaban la peor noticia, fue encontrado por marinos ecuatorianos.
Napa salió el 7 de diciembre, desde Marcona, al sur del país incaico, para realizar un viaje de pesca. Pero una tormenta modificó los plantes y el hombre tuvo que ingeniárselas para poder sobrevivir.

Napa fue atendido y recibió las primeras atenciones médicas de inmediato en Ecuador.
El náufrago sobrevivió gracias al agua de lluvia que pudo juntar en su pequeña embarcación. En un momento, estuvo 15 días sin comer y tomó medidas extremas: comió insectos, pájaros y hasta una tortuga marina.
Su familia denunció su desaparición y las patrullas marítimas de Perú comenzaron a rastrear las aguas en busca del pescador desaparecido. Sin embargo, no fue hasta meses después que una patrulla pesquera ecuatoriana encontró su barco a la deriva a más de mil kilómetros de la costa del país, el 11 de marzo.
Ante la situación de extremo abandono del hombre, los oficiales le dieron las primeras atenciones básicas. Como así también dinero y ropa. En el arribo al Aeropuerto de Lima, una muchedumbre lo recibió entre aplausos, como un héroe.
El momento del reencuentro con su hermano fue retratado en las redes sociales y la familia agradeció a los organismos de búsqueda que se encomendaron en la dura tarea. Y el mismo pescador ofreció una frase concisa: «No quería morir. Disfruten la vida, hagan feliz a su mamá y sobre todo crean en Dios».