En 1992 se levantaba un nuevo modelo económico en la Argentina y el cimbronazo se sintió para María Luisa Rodríguez, Claudia Aguirre, Silvia Blanco, Patricia Ferraresi y dos compañeras más. Todas trabajaban en YPF y de un día para el otro fueron desocupadas. Lo que sigue es un claro ejemplo de superación.
Con una inversión mínima proveniente de las indemnizaciones, improvisaron un laboratorio en una casa alquilada. De a poco, el negocio fue creciendo e incorporaron a seis empleados en un galpón de Quilmes.
«Cuando fundamos la empresa lo hicimos como una necesidad, nos quedábamos sin trabajo y además sin hacer lo que nos gustaba. También sabíamos que en el país no quedaban laboratorios que hicieran esos servicios, y ahí vimos una oportunidad», expresó Claudia Aguirre. LVC, Las Chicas de Varela, ya era un hecho.
Claudia Aguirre, en plena acción en el laboratorio.
Empezaron a brindar servicios de estudios geológicos, de petrofísica básica y temas de superficies. La idea empezó a crecer y aparecieron clientes de Bolivia y Perú.
Si bien surgieron como una empresa abocada a la industria del petróleo y el gas, con el transcurso de los años, los conocimientos que el Grupo LCV adquirió en el estudio de las rocas los aplicaron a otras ramas: minería, hidrogeología y medio ambiente.
El tratamiento de las rocas es uno de los servicios en LCV.
En la industria petrolera, explica Claudia Aguirre, en lo que respecta a la extracción- ya sea tanto en trabajo de superficie así como en subsuelo, el material se puede obtener de dos maneras: vía cutting o en cilindros. Luego esa roca se corta, y de esta manera se obtiene la información de la piedra que se encuentra a 1.000 metros de profundidad.
De excelencia
Ubicado en el Parque Industrial Tecnológico de Florencia Varela, LVC realiza estudios para compañías dedicadas a la exploración y el desarrollo de reservorios de petróleo y gas.
También prestan servicios a Vaca Muerta y a industrias de construcción, farmacéuticas y de medio ambiente. Ya realizaron 6.000 informes integrados.
Los conocimientos de las geólogas llegaron a Vaca Muerta.
