La terapia es ancestral. Se trata de la “rutina del explorador”, que se basa en la orientación natural con un mapa y una brújula como guías. ¿Cómo impacta de manera positiva en el cerebro?
El ejercicio, que parece recreativo o propio de una aventura de fin de semana, es uno de los métodos que dio a conocer la Universidad de Harvard y es muy sencillo.
La terapia mejora la memoria y la atención, y también estimula diversas áreas del cerebro que suelen estar inactivas en la vida cotidiana. Este tipo de actividad representa una manera efectiva de preservar y potenciar las capacidades cognitivas.
Según Harvard, con sesiones cortas de orientación, de unos 15 minutos, se puede tener un impacto significativo en la salud cerebral, haciendo de esta rutina una recomendación clave para quienes buscan mantener su mente ágil y activa.
Este “deporte” activa áreas del cerebro que nuestros antepasados utilizaban intensamente para tareas como la caza y la recolección, pero que hoy en día se encuentran en gran medida inactivas debido a nuestra dependencia de la tecnología. La investigación resalta que la orientación no solo mantiene estas habilidades vivas, sino que también reconecta al cerebro con procesos cognitivos fundamentales que se han dejado de practicar en la vida moderna.
La rutina que busca mantener el cerebro ágil tiene un impacto significativo en la salud emocional y en la reducción del estrés. El cerebro libera endorfinas y serotonina, dos neurotransmisores que están asociados con el buen humor y el bienestar.