«La torturada» es una pintura combinada con escultura blanda del maestro Antonio Berni que se exhibe por primera vez en Buenos Aires a casi 40 años de su relización, más de tres décadas de la muerte del artista y luego de estar mucho tiempo cubierta tapada por un manta. Es la estrella de una exposición maravillosa con obras de este autor en la galería Cosmocosa, ubicada en Montevideo 1430 del centro porteño, y que se puede apreciar de lunes a viernes de 14 a 19 en forma gratuita.
La creación de Antonio Berni estremece porque tiene grandes dimensiones y se ve en primer plano a una mujer atada a una especie de tabla de madera, con las medias de nylon bajas y zapatos de taco, semidesnuda, con su poca ropa dañada y su rostro con una mueca de espanto, de terror. Detrás, dos hombres con gestos que transmiten miedo y uno de ellos tiene en su mano el aparato eléctrico que se utilizaba para aplicar la tétrica picana. Claramente, un retrato sobre una de las más antiguas tragedias universales.
El cuerpo de la mujer fue moldeado por Berni con materiales como harapos y goma espuma para darle relieve. En cambio, los hombres fueron pintados en esta obra que hasta el momento solo había sido expuesta en el Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén en 2006. Pero «La torturada» no está sola en la galería Cosmocosa sino que está acompañada por otros trabajos del mismo artista con una temática similar: muerte, crueldad, poder y sufrimiento.
Una de ellas es «La guerra», en la que Berni el maestro juega con los planos, dando relieve a la parca, temeraria y temerosa, que arrastra su carro cargando las cabezas de sus víctimas. En el fondo el paisaje tiene esa luz de apocalipsis que nos hace pensar en Raquel Forner (otra maestra abocada a dar imagen a la inefabilidad de la tragedia) y a toda una escuela surrealista de la que también Berni formó parte. También aparece un dibujo de un calabozo oscuro y dos cuerpos violáceos y otra pintura de gran formato en la que una mujer yace sobre la arena, a orillas del mar mientras encima de ella un avión. Esta obra fue realizada por Berni en 1981 pero no pudo terminarla, de ahí que el pie de la muchacha sea una suerte de mancha blanca de límites borrosos y tampoco tiene título.
«El canon Berni está definido por el realismo social de los años 30, pero Berni es inabarcable”, cuenta Amparo Díscoli y su hermano Teo, directores de Cosmocosa. Por eso la muestra que solo durará quince días abierta es tan atractiva. Impactante desde su arte y desde la realidad que refleja cada una de sus obras.