En Arabia Saudita y bajo la visión del príncipe heredero Mohammed bin Salman, se está llevando a cabo la edificación del proyecto de construcción más grande del globo terráqueo. Sí, una iniciativa que tiene como objetivo convertir desde cero un área completamente desértica.
El proyecto Neom, como fue denominado, es una iniciativa de construcción realmente ambiciosa que tiene como objetivo erigir un área del tamaño de Massachusetts. El desarrollo incluye propuestas como estaciones de esquí en zonas áridas y una arquitectura que parece, lisa y llanamente, de ciencia ficción.
Aeropuertos gigantes, trenes de alta velocidad y plantas desalinizadoras también tienen lugar en el proyecto Neom con la intención de atraer a una población mayor que la de la ciudad de Nueva York. Se puede decir, sin titubeos, que se trata de algo nunca antes visto a nivel mundial.
Dentro de Neom se destaca el proyecto The Line, el cual se planea que sea el edificio más grande del mundo en términos de superficie, equivalente a más de 60 edificios del tamaño del Empire State Building. Hablamos de una ciudad lineal conformada por un par de torres paralelas, distanciadas entre sí por 198 metros y revestidas de un vidrio espejado.
No es un detalle menor que estas torres alcanzarán una altura máxima de 500 metros sobre el nivel del suelo del desierto, variando su altura en determinadas áreas dependiendo del terreno. A su vez, de acuerdo al The Wall Street Journal, este proyecto promete más de 650 millones de metros cuadrados de espacio útil, albergando departamentos, oficinas, escuelas, estaciones de policía, museos y un palacio real.
El costo estimado para el proyecto Neom se traduce en nada más ni nada menos que 500 mil millones de dólares, algo que representa un 50 por ciento más que el presupuesto federal total del país para el año y más de la mitad del valor de su fondo soberano de riqueza. Es visto por el príncipe Mohammed como un símbolo de las ambiciones de transformación económica del reino, alejándose de la dependencia del petróleo.
Tan grande es este proyecto que ya ha sido comparado por el propio príncipe con las Grandes Pirámides de Egipto. De todos modos, los desafíos son realmente impactantes, desde la necesidad de albergar a más de 100.000 trabajadores adicionales en una región desértica hasta el manejo de los masivos requerimientos de materiales.