El licenciado en Administración de Empresas, Malcolm Rendle, fundó “Bond” en 2017 y fue por más. Tras imponer una línea de gafas realizadas con plásticos reciclados, planteó la idea de producirlas con plantas y materiales orgánicos, libres de químicos. “Se puede fabricar algo desde cero sin afectar a las próximas generaciones”, comentó el padre del “biobase”.
Hay dos puntos positivos de esta gama de productos. La primera es que se trata de un producto 100 % circular: “El día de mañana, el cliente que quiera cambiar sus gafas, en vez de guardarlas en un cajón y que queden ahí, le ofrecemos que las traigan a nuestros locales, así las volvemos a reciclar y creamos otro producto, además agregó que “si uno pierde los anteojos, en la playa o en el lugar que sea, no van a ser un desperdicio plástico que contamina ya que es biodegradable”.
Ver esta publicación en Instagram
Conocido por su lucha contra la contaminación y la recolección de plásticos, exploró y encontró una empresa italiana para conseguir el material y llevar a cabo la producción: “Se utiliza una “celulosa vegetal proveniente de fuentes sustentables cuyo cultivo y cosecha se gestionan de acuerdo con las directrices del Consejo de Administración Forestal (FSC, por sus siglas en inglés)- y un plastificante de origen vegetal”, detalló Rendle.
En este sentido, aseguran que la producción y uso de este tipo de material tiene una doble ventaja: por un lado, se reduce el uso de combustibles fósiles limitados (petróleo), por otro lado, se disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero que tanto influyen en la aceleración del cambio climático.
Sobre la inversión para hacer las gafas, Rendle explicó que fue mucho menor a los 20 mil dólares que necesitó para iniciar la pyme donde hoy ya trabajan 16 personas. Arrancaron con un stock mínimo para testearlas en el mercado local, y la reacción de la gente fue “muy satisfactoria”. “Es cada vez más grande la demanda que hay de estos tipos de productos porque, cuando le empezás a contar al consumidor cómo están fabricados, cuáles son las ventajas, y demás, y los terminan eligiendo”, dice el dueño de BOND.
Colaborás y comprás con 50 % off
“Bond” significa “vínculo” en inglés. En ese sentido, el creador fomenta una campaña donde los clientes puede pagar con descarte. ¿Cómo? Si uno deja 25 kilos de plástico, se lleva un 50 % de descuento en la próxima compra.
“Nuestras gafas nunca vuelven a su estado original, ya nunca vuelven a ser plástico de un solo uso, sino que se convierten constantemente en otras gafas. Y el cliente puede ver todo el proceso, ¡qué mejor trazabilidad que esa! Con eso, creamos otro producto y ellos se llevan otras con un 50% de descuento. Entonces premiamos la economía circular. No hay desperdicios en la fabricación”, redondeó el empresario.