Luego de la victoria del 19 de noviembre en el balotaje presidencial ante Sergio Massa con el 56% y de transcurrir una semana armando el equipo de trabajo con el que contará en el futuro, Javier Milei llegó a los Estados Unidos para comenzar su agenda política y religiosa. Hace instantes, el presidente electo se acercó a «El Ohel», en la ciudad de Nueva York, para visitar la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, apodado «el rebe de Lubavitch».
Si bien viajó al país norteamericano con Nicolás Posse, Santiago Caputo y Luis «Toto» Caputo, que serán una parte fundamental en su gobierno, el referente libertario se presentó en el cementerio con su hermana Karina, el empresario Eduardo Elsztain y el próximo embajador argentino en Estados Unidos, Gerardo Werthein.
Esta no es la primera vez que el líder de La Libertad Avanza visita la tumba del rabino. En julio, fue a la ciudad estadounidense y se tomó un momento para acercarse al sitio sagrado de Montefiore a pedir, agradecer e inspirarse.
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¿Quién fue «el rebe de Lubavitch»?
Menachem Mendel Schneerson nació el 18 de abril de 1902 en la ciudad de Mykolaiv, en Ucrania, y es considerado el último referente de la comunidad judía Jabad Lubavitch. Se convirtió en el séptimo líder de la dinastía en 1951 y mantuvo la jerarquía hasta el 12 de junio de 1994.
Según especialistas, se lo conoce como «la más grandiosa personalidad judía» porque transformó a un grupo jasídico casi desaparecido por el Holocausto en uno de los movimientos más importantes del judaísmo religioso.
Además, es famoso por inaugurar jardines de infantes, escuelas, residencias para discapacitados y centros de rehabilitación para personas con adicciones. Por este motivo, el Día Nacional de la Educación en Estados Unidos se conmemora el día de su nacimiento.
Sin embargo, el acercamiento de Javier Milei con «el rebe de Lubavitch» no es solo espiritual, sino que también tiene un gran componente político. En una nota de Página 12, el sociólogo e investigador del Conicet experto en judaísmo, Damián Setton, explicó que Jabad «siempre tuvo un fuerte contenido político afín al discurso del libertarianismo de derecha«.
Asimismo, reveló que si bien fue un líder que difundió mensajes espirituales y renovó el judaísmo religioso, siempre se caracterizó por tener un «ferviente anticomunismo«, algo con lo que el próximo presidente argentino se identifica notablemente.