El papa Francisco viajó el viernes a Marsella para presidir la clausura de Encuentros Mediterráneos-Mosaico de esperanza, un evento que comenzó el 16 de septiembre y finalizará este domingo.
Luego de reunirse en la Casa de las Misioneras de la Caridad con un grupo de personas que están atravesando un mal momento económico y de decir presente en la Sesión Final de los Encuentros del Mediterráneo, el pontífice celebró en la jornada de ayer la Santa Misa en el Estadio Vélodrome y se reunió con el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
En la clausura del evento, el argentino solicitó «responsabilidad europea» ante la problemática migratoria: «Los migrantes no invaden. Buscan la hospitalidad«, manifestó. Y añadió: «Hay un grito de dolor que resuena más que cualquier otro y que transforma el Mare Nostrum en Mare Mortum. El Mediterráneo, cuna de la civilización, se ha vuelto tumba de la dignidad. Son los gritos apagados de nuestros hermanos y hermanas migrantes».
Por otro lado, Francisco señaló en la misa que Francia y Europa necesitan «la gracia de un salto de fe, de caridad y de esperanza«: «Necesitamos recuperar la pasión y el entusiasmo, redescubrir el gusto del compromiso por la fraternidad, de seguir corriendo el riesgo del amor en las familias y hacia los más débiles, y de reencontrar en el Evangelio una gracia que transforma y embellece la vida«, agregó.
Y concluyó: «Y nosotros queremos ser cristianos que encuentran a Dios con la oración y a los hermanos con el amor; cristianos que saltan, vibran, acogen el fuego del Espíritu para después dejarse arder por las preguntas de hoy, por los desafíos del Mediterráneo, por el grito de los pobres, por las santas utopías de fraternidad y de paz que esperan ser realizadas».
Francisco dejó Marsella en medio del afecto y la gratitud – Vatican News https://t.co/kidZk3b44v
— Vatican News (@vaticannews_es) September 23, 2023
El encuentro con Macron
Antes de realizar la Santa Misa, el papa se reunió con el mandamás francés en una habitación del Palais du Pharo en una reunión privada que duró aproximadamente 30 minutos.
Aunque no se hizo público los temas que tocaron en la conversación, se conoció que Macron le regaló al líder de la Iglesia Católica dos libros: «Ex-voto marins de Notre-Dame-de-la-Garde» de Félix Reynaud, una obra que cuenta con el testimonio de 35 marineros que se refieren al mar y todo lo que lo rodea, como los naufragios, las tormentas o las aventuras marítimas, y una edición de «El verano«, escrito por Albert Camus, cuyo contenido lo protagonizan varias composiciones o artículos, que van desde el 1941, a 1953. Por su parte, el argentino le obsequió al presidente una medalla de oro del Pontificado.
Coreografia dos ultras do Olympique de Marseille, ontem, em homenagem ao Papa Francisco, que realizou uma missa no estádio do clube. pic.twitter.com/bbdUXh8vNJ
— Ritmo de Torcida (@ritmodetorcida) September 24, 2023
La gigantografía del papa en el estadio del Olympique de Marsella
Francisco celebró la Santa Misa en el Estadio Vélodrome, casa de la institución marsellés y una de las canchas con más historia y tradición del fútbol europeo.
Como si fuese un partido de la liga francesa y ante la presencia de 50.000 personas, el club decidió colocar una bandera del pontífice en una de las plateas del estadio para recibirlo con el calor que tanto los caracteriza. Aunque no es muy común en nuestro deporte, este tipo de telones es un condimento típico que se puede apreciar en las competencias del viejo continente.