A lo largo de la historia, la NASA ha ofrecido imágenes realmente icónica y sorprendentes. Sin ningún tipo de dudas, una de ellas tuvo lugar en el año 2008 y contó con Leland Melvin como protagonista principal. Sí, un astronauta que desafió todas las reglas que estaban impuestas y establecidas hasta el momento.
Es que Melvin tuvo un gesto poco común. Iba a que le hicieran su fotografía oficial pero decidió incluir a su faimlia en la misma. Allí fue cuando se apareció en el estudio con Jake y Scout, sus perros rescatados. De esta manera logró que los canes pasaran a la historia junto a él. Sí, un legado impagable.
En primera instancia, Melvin supo jugar en la NFL debido a su destreza física y a sus cualidades técnicas. Sin embargo, el fútbol americano quedó atrás y en el horizonte apareció la ingenieria. Luego, el paso siguiente incluyó una aventura como astronauta de la NASA, algo que le terminó cambiando la vida para siempre.
Una lesión había amenazado con impedirle cumplir su sueño pero su pasión por el conocimiento lo catapultaron a borde del transbordador Atlantis para trabajar en la Estación Espacial Internacional. Eso sí: a esa travesía le faltaba un condimento especial que se tradujo en aquella fotografía junto a sus animales.
Todo se inició en 2002, cuando Jake, que vivía junto a una familia que lo encerraba en un pequeño armario durante el día, apareció en el camino de Melvin. Lo rescató y significó un escape a las presiones y soledades que atravesaba por esos tiempos. Además se transformó en su compañero de viaje, según sus propias palabras.
Cuatro años más tarde llegó el turno de Scout, bautizado de esa manera por haber caminado hasta el hogar de Melvin. «Estaba en mi cocina, preparando cosas para el Día de Acción de Gracias». Un vecino pasó y dijo que Jake estaba sentado afuera, pero Kane estaba a su lado. Por ende, el astronauta salió y halló a Scout, un perro muy similar al suyo. «Creo que me escogió», indicó y lo adoptó.
Como consecuencia de las conexiones que mantenía con dichos perros, Melvin se preparó para la foto oficial de la NASA con el tradicional traje naranja e incluyó a Jake y Scout. «Me presenté en la caseta de vigilancia, mostré mi identificación y luego aceleré la furgoneta hasta el laboratorio fotográfico. Luego, en el lugar, un guardia preguntó si había perros en el lugar, pero él fue rápido en su respuesta: «No, es un protector de pantalla con sonidos de perros».