La historia del niño prodigio que terminó la universidad a los 13 años

Se trata de Elliott Tanner que a temprana edad se convirtió en un asombroso físico y ahora su nueva meta es concretar el doctorado. A su vez, el joven piensa en el futuro dedicarse a la ciencia y seguir con sus investigaciones.

Por Matías Gutierrez

Nov 1, 2024

Un niño genio del estado de Minnesota sorprendió a toda la comunidad científica estadounidense al terminar su carrera universitaria a los 13 años, ya que obtuvo la licenciatura en física y además concretó una especialización en matemática. Esta es la historia de Elliott Tanner, el joven prodigio que no deja de asombrar y que detenta un futuro muy prometedor en la ciencia.

Elliott desde los primeros momentos de su vida manifestó un gran talento para el aprendizaje. A los 3 años ya disponía de una capacidad receptiva asombrosa en materia de lenguaje y matemáticas, en el mismo período que otros niños empiezan a comprender algunos estímulos como hablar o jugar.

A los 5 años, Elliott ingresó al jardín de infantes y sus padres, Michelle y Patrick Tanner, notaron que su hijo sobresalía notablemente en comparación con sus compañeros, esto se debió a los avanzados conocimientos con lo que contó el niño prodigio. Asimismo, desde temprana edad, el joven Tanner prefirió estudiar fenómenos científicos en vez de jugar con los autitos o imaginar que era un superhéroe.

En tanto, a medida que el niño genio crecía, su inteligencia aumentaba y no paraba de sorprender a su familia. Por tal motivo, Michelle y Patrick tomaron una decisión osada y lo retiraron del sistema educativo convencional para educarlo en su hogar, con la premisa de que pueda seguir preparándose a su propia intensidad. La intención de sus padres desde un comienzo fue que Elliott se educara de forma habitual como cualquier otro chico, aunque el asombroso nivel de conocimiento que desplegaba incentivo a se inclinaran por esa determinación.

Elliott siguió avanzando a pasos agigantados

A los 9 años, el niño prodigio había concretado la mayor parte del currículo secundario, algo excepcional para alguien de su edad y este resultado obligó a los padres a tomar una nueva determinación. Resolvieron que lo mejor para Elliott, era seguir con sus estudios en un community collage y así fue que lo inscribieron en el establecimiento para que comenzara a tener rose universitario. A pesar de que les generaba dudas por la edad del chico, finalmente lo anotaron en el Normandale Community Collage.

Como era de esperar, Elliott se adaptó perfectamente al ámbito universitario y se destacó académicamente. Con el paso del tiempo descubrió que su verdadera pasión era la física, aunque al comienzo se inclinaba por las matemáticas. Fue clave una clase que logró asombrarlo para que el niño genio decidiera involucrarse en el estudio del universo.

Después de estudiar dos años en el community collage (a los 11), sus conocimientos siguieron expandiéndose y fue aceptado en la Universidad de Minnesota, donde prosiguió con su formación en física y matemáticas. Luego de integrarse, Elliott sorprendió a toda la comunidad universitaria debido a su corta edad. Sin embargo, con el pasar de los días demostró su capacidad y rápidamente se ganó la consideración tanto de los profesores como los alumnos. De este modo, el joven creció académicamente ya que pudo compartir como también recibir nueva información junto a sus compañeros.

Graduación del niño genio

Elliott, en un acto de pocos antecedentes, pudo concluir la carrera universitaria a los 13 años. El joven prodigio logró convertirse en físico, algo ya de por sí asombroso y más para alguien de su edad. Sin embargo, no es el graduado más joven de Estados Unidos, ya que Michael Kearney, alcanzó su graduación a los 11 años. De igual manera, lo obtenido por el niño Tanner seguirá maravillando a propios y extraños.

No obstante, la familia del niño pasó duros momentos ya que recibieron críticas públicas sobre la infancia de Elliott y denunciaron que no había podido disfrutar de su niñez. Sin embargo, Michelle Tanner se expresó a cerca de estos comentarios, y aseguró que su hijo tuvo una infancia alegre y se divirtió con las mismas actividades que gozan los chicos de su edad. Además, indicó que el videojuego preferido de Elliott es el Minecraft y a su vez, señaló que en varios festejos de Halloween el niño eligió disfrazarse de sus ídolos científicos como Albert Einstein o Richard Feynman.

Elliott en busca de su doctorado

El joven prodigio tiene un nuevo objetivo y es concretar el doctorado, aunque se topó con un escollo financiero. Debido a que fue aceptado para seguir con sus estudios, pero no recibió el apoyo económico que es habitual para las personas con ese nivel de conocimiento. Por tal motivo, sus padres crearon una campaña en GoFundMe para recaudar los fondos necesario que ascienden a 90.000 dólares.

Pese a este obstáculo económico, Elliott preserva su pasión por la ciencia. Desde aquel momento en el community collage, donde fue tutor de compañeros muchos mayores que él, sumado a su participación en proyectos de investigación, exhibieron un entusiasmo natural por compartir su conocimiento. Esta adoración por aprender y enseñar lo empuja a seguir adelante con la seguridad de que en el futuro se transformará en un especialista en física teórica.

Matías Gutierrez

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