El pueblo argentino se encarga constantemente de mantener en el presente a esos jóvenes que dejaron la vida en las Islas Malvinas. Sin ir más lejos, la canción insignia que cantaron los hinchas y el plantel albiceleste durante el Mundial de Qatar decía «de los pibes de Malvinas que jamás olvidaré». Siguiendo esta línea, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires destinó una de las paredes exteriores de la Dirección General de Competencias Comunales y Talleres para que fuera el lienzo de Luis Corradi, vexilólogo del Gobierno de la Ciudad y creador de la bandera del veterano de Malvinas. Es un homenaje a las tres fuerzas que estuvieron dentro del campo de batalla y, en especial, al Cabo Segundo (ascendido post mortem a Cabo Primero) de la Prefectura Naval Julio Omar Benítez, oriundo de Basavilbaso, Entre Ríos. Cuando se estaba por inaugurar el mural, se dio la casualidad de que el equipo fue a dar una charla a Entre Ríos. Allí se le hizo entrega de una copia en papel a Hidilia Lacuadra, la mamá de Benítez.
La vida por la Patria
El entrerriano fue uno de los que estaba a bordo del guardacostas GC-83 “Río Iguazú” en la mañana del 22 de mayo de 1982 cuando comenzó el combate con dos aviones ingleses de caza Sea Harrier. Al finalizar el enfrentamiento, dejó un saldo de un muerto (Cabo 2º Julio Omar Benítez) y tres heridos (Oficial Principal Gabino O. González, Ayudante de 3ª Juan José Baccaro y Cabo 2º Carlos Bengochea) de 15 tripulantes que tenía la embarcación.
Cuando el Cabo 2º José Raúl Ibáñez vio al entrerriano muriendo en el piso, tomó posesión de una ametralladora y ‘bajó’ a uno de los aviones enemigos, logrando una de las máximas distinciones militares que otorga la Nación Argentina, la Cruz al Heroico Valor en Combate. En un primer momento, por respeto y consideración con su compañero caído, Ibáñez dijo que semejante hazaña la había realizado Benítez pero como Baccaro y Bengochea habían estado presentes, declararon la verdad de los hechos.
El taller de banderas
En el barrio porteño de Chacarita, frente al Parque Los Andes y detrás del mural homenaje a Benítez, se encuentra una de las dependencias del Estado local, la Dirección General de Competencias Comunales y Talleres. Una de las tantas actividades de las que se encargan quienes trabajan allí (vexilólogos, diseñadores gráficos, artistas, costureras, carpinteros, herreros y personal administrativo), es la de confeccionar banderas para colegios y espacios e instituciones públicas de las comunas porteñas e incluso otras localidades del país.
Luis Corradi, uno de los vexilólogos (experto en banderas, pendones y estandartes) del equipo, nos contó: «Ante una visita de un magistrado dentro del consulado, dentro de la embajada, alguna visita gubernamental, nosotros tenemos que tener al tanto el correcto estado de la bandera. No solo en cuanto al aseo, no solo en cuanto al paño totalmente puro sino el color, que no haya cambiado ninguna disposición, que no se haya modificado en cuanto al largo, en cuanto al ancho».
Luis, perteneciente a la clase 63, fue convocado en su momento para la guerra pero por esas vueltas de la vida, no lo llevaron a las islas. Entonces, cuando terminó la capacitación para convertirse en vexilólogo, decidió crear la bandera del Veterano de Malvinas, con una similar disposición de las franjas verticales de la bandera enarbolada por Manuel Belgrano. Cuenta con líneas negras, entrecortadas y curvas que hacen referencia a las diferentes Fuerzas que defendieron la Patria.