La importancia de sonreír

La sonrisa no es sólo un gesto de felicidad, es la llave para abrir muchas puertas. Desde generar contagio en los demás hasta gozar de una mejor salud física y psicológica para los que rien a menudo.

Por Martín Rodriguez Pinto

Jul 19, 2024

La sonrisa es una expresión facial tan antigua como lo puede ser la comunicación entre los seres humanos, está arraigada directamente a nuestra naturaleza y es un gesto al cual se le atribuye felicidad y pasividad sobre quien la porta, pero esta acción conlleva mucha más importancia sobre sus hombros de lo que realmente se puede pensar a simple vista.

Con el tiempo, las personas empezaron a darle importancia a lo que la sonrisa representa, tanto de forma estética, como en cuestiones mucho más profundas. En el siglo XIX, Charles Darwin escribió que el simple acto de sonreír hacía sentir mejor a los ciudadanos, y esto no es ninguna casualidad, hay diversos estudios que indican que las personas que más sonríen tienen una mejor salud física y psicológica. La respuesta más refinada, como se le podría decir, indica que esto es así porque el cerebro, durante el acto, libera sustancias como serotonina o endorfina, las cuales causan una sensación de tranquilidad al cuerpo y lo ayuda a sobrellevar mejor el estrés y el dolor, ya sea físico o mental.

Sin embargo, somos seres sociales, lo que significa que la interacción con el otro también influye directamente en nuestro comportamiento, y la sonrisa también tiene un papel muy importante en esto. Reír, o simplemente embozar una sonrisa, genera sensaciones positivas y accesibles a otras personas, lo cual genera tranquilidad y lo predispone a tener una buena relación con quien está interactuando.

Obviamente también se generan mejorías a nivel del organismo, mejorando las defensas, la salud cardiovascular o disminuyendo la ansiedad y/o depresión, un ejemplo de esta mejoría puede ser la de Norman Cousins, un reconocido periodista estadounidense, quien fue diagnosticado con una enfermedad degenerativa en la columna vertebral. Ante todo pronóstico, el nacido en New Jersey se mantuvo constantemente en un humor positivo y agradable: «Descubrí con alegría que diez minutos de risa genuina tenían un efecto anestésico y me proporcionaban al menos dos horas de sueño sin dolor». Esta “risoterapia” lo llevó a tener una gran mejoría en su enfermedad, lo cual lo impulsó a escribir varios libros para impulsar a la gente a ser más positivas y a ver la vida con más humor y simpatía.

La sonrisa tiene un gran poder de atracción, genera un ambiente tan cálido y agradable que provoca, automáticamente, que las personas deseen estar cerca de quien la porta, esto también beneficia a la confianza de la gente, quien suele aumentar en los que eligen este estilo de vida. Los científicos también encontraron evidencias de que la sonrisa se contagia debido a las neuronas espejo y el aprendizaje que poseen las personas, haciendo que todos los beneficios que leíste hasta este momento puedas extrapolarlos a otra persona.

Una vez Orison Marden dijo que “la sonrisa es una verdadera fuerza vital, la única capaz de mover lo inconmovible”, y es que, aunque sea unos segundos, una sonrisa lo puede cambiar todo, esto es un acto que depende únicamente de nosotros, y somos quienes deben dar el primer paso.

A medida que la gente crece, cree erróneamente que el suprimir la risa y la alegría genera algún tipo de madurez, pero esto no podría estar más errado, los niños sonríen una media de 400 veces al día, pero los adultos lo hacen con menos frecuencia, solo un 33% lo hace más de 20. Uno no puede controlar lo que pasa a su alrededor, y en ocasiones ni siquiera en como esto le afecta, pero uno nunca debe dar el brazo a torcer, la positividad mueve montañas y ayuda a todo el mundo, da igual lo oscura que se vea la noche, siempre el sol vuelve a salir, ya sea más tarde, o más temprano..

Martín Rodriguez Pinto

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