Las resonancias magnéticas son una gran herramienta para obtener diagnósticos gracias al potente poder del campo magnético. Y para hacerle frente a algunas dificultades típicas, como los pacientes con claustrofobia, personas con obesidad, niños inquietos, etc; se adoptó a la Inteligencia Artificial para optimizar los resultados.
Y justamente, el tiempo es uno de los puntos que ha mejorado notablemente. Claro, es que una resonancia ahora puede desarrollarse en apenas 10 minutos.
El avance se da gracias al gadolinio, que se administra de manera intravenosa, para mejorar la claridad en el escáner. Las imágenes de estructuras como el cerebro y el corazón superan ampliamente a las fotos arrojadas por la tomografía computarizada.
Este dato se conoció en el marco de la preocupación de los expertos por los desafíos en el uso de equipos cerrados, especialmente en personas con claustrofobia, pacientes pediátricos, personas con obesidad, con problemas de movilidad o aquellos que dependen de asistencia para realizar este tipo de estudios. En ciertos casos, como el de los niños, es necesario recurrir a la sedación para evitar movimientos durante el examen, que tiene una duración mínima de 20 minutos.
Un último estudio realizado en España, que fue presentado en una cumbre de especialistas, indicó que el 28% de la población experimenta complicaciones al someterse a estudios de resonancia magnética tanto en equipos cerrados como abiertos.
La IA puede analizar automáticamente imágenes para detectar y clasificar lesiones, tumores y otras anomalías y también medir las características de los tejidos y hacer un seguimiento de los cambios a lo largo del tiempo.
Y si faltaba algo más, este gran avance prolonga la vida útil de los equipos y permite ofrecer agendas más amplias a los pacientes.