Julio Bocca es, probablemente, el bailarín argentino más reconocido de las últimas décadas. Inclusive, quedó grabada su participación en aquel festejo relacionado con el cambio de milenio. Ese show fue inmortalizado por su belleza en medio de un momento que generó una auténtica revolución a nivel mundial.
Sin embargo, en 2007 abandonó la actividad y comenzó a desempeñarse en diversos roles relacionados con la dirección y la enseñanza, aunque siempre ligado a la disciplina que lo catapultó hacia la fama. Inclusive, lleva 15 años fuera del país debido a que se radicó en Uruguay, donde vive con su pareja.
De todas maneras, el nacido en Munro, provincia de Buenos Aires, viaja de forma permanente y Argentina es un destino muy visitado por el exbailarín de 57 años. En medio de ese panorama, Bocca le brindó declaraciones a Infobae y en las mismas se mostró muy bien física y mentalmente. Hasta sorprendió con una frase contundente sobre su edad.
Esta visita de Bocca a Buenos Aires se dio en el marco de una invitación para compartir su experiencia y sus conocimientos con los integrantes de las compañías del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín y el Ballet Estable del Teatro Colón. Sin ningún tipo de dudas, un verdadero privilegio para quienes están formándose.
«Me siento muy bien, me siento como si tuviera 30 años. Pero claro, me pongo delante del espejo cuando me voy a bañar y veo que ya no tengo el cuerpo de cuando bailaba, que encima para el bailarín es todo estética, tiene que estar como la danza de lo pide», comenzó manifestando Bocca sobre dicha cuestión.
«Yo encuentro que me siento mucho más seguro, más tranquilo conmigo mismo. Entendés que, bueno, si pasan cosas, pasan. Pero me siento bien en el sentido que eso se puede solucionar de otra forma. Esa tranquilidad con la que estoy, en la forma en que yo me presento con los bailarines, estar delante de ellos, de lo que les estoy transmitiendo», amplió.
«Me siento seguro de que estoy haciendo algo bien, que sé que puedo ayudar. Y eso está bueno porque no estoy con dudas, miedo o nervios. Y que estoy abierto a seguir aprendiendo porque a veces pasa que los maestros se encierran un poco, se niegan a abrirse, a aceptar que se puede seguir aprendiendo», finalizó.