Luego de un largo tiempo internado, el cual generó la preocupación del mundo entero, el Papa Francisco evolucionó tan favorablemente que ya pudo recibir el alta médica. Sin lugar a dudas, una noticia sencillamente fenomenal.
Sin embargo, esta gran novedad se produjo tras 38 días de internación y de momentos muy delicados en los que parecía que la historia no terminaría nada bien. Así lo reveló Sergio Alfieri, médico del Hospital Gemelli de Roma que supo tratarlo.
Inclusive, en las últimas horas, el propio Alfieri se despachó con una revelación realmente contundente en declaraciones brindadas al medio de comunicación italiano «Corriere della Sera». Así se tomó magnitud del peligro que corrió.
«Hubo un momento en el que se tuvo que decidir entre parar y dejarlo ir o probar con todos los medicamentos y terapias posibles, corriendo un riesgo muy alto», comenzó señalando el mencionado profesional.
«Francisco sabía que podía morir y los que estaban a su alrededor tenían lágrimas en los ojos. Todo el mundo oraba por él. Hay una publicación científica según la cual las oraciones dan fuerza a los enfermos», continuó indicando.
«Puedo decir que dos veces se perdió la situación y luego ocurrió como un milagro. Por supuesto, era un paciente muy cooperativo. Se sometió a todas las terapias sin quejarse jamás», manifestó Alfieri sobre Jorge Bergoglio.
Por último, el médico indicó que el peor momento del sumo pontífice argentino de 88 años de edad se dio el 28 de febrero pasado, como consecuencia de un episodio de broncoespasmo. Sin embargo, logró salir adelante.
«Por primera vez vi lágrimas en los ojos de algunas personas a su alrededor. Personas que, según he podido entender durante este período de hospitalización, lo quieren sinceramente como a un padre. Nadie se rindió», finalizó.
