La carrera en la lucha contra el cáncer no se detiene. Todos los días surgen nuevas terapias y descubrimientos. Una investigación del Instituto de Investigación de Londres determinó que la muestra de saliva puede ser determinante para diagnosticar casos positivos de cáncer de próstata.
El cáncer de próstata constituye uno de los desafíos sanitarios más extendidos y persistentes para los pacientes de este tiempo. Sobre todo para los hombres a partir de los 50 años que deberían realizarse un simple análisis de sangre que detecta la proteína producida por este órgano (PSA, por su sigla en inglés). Los estudios deben hacerse a partir de los 40 años.
El nuevo avance se da en base a la puntuación de riesgo poligénico. Esto significa la estimación de la amenaza que enfrenta una persona de desarrollar una enfermedad a partir de la presencia acumulativa de múltiples variantes genéticas comunes, denominadas polimorfismos de un solo nucleótido (SNP).

El nuevo mapa genético será determinante para poder tratar esta patología en el mundo.
Tras la recolección de las muestras de saliva, se calcularon puntuaciones de riesgo poligénico con base en 130 variantes genéticas, previamente asociadas con un aumento del riesgo de cáncer prostático.
De acuerdo con el trabajo, entre los 6.393 participantes del estudio, 745 presentaron puntuaciones por encima y fueron derivados a estudios diagnósticos. Se detectó cáncer de próstata en el 40% de quienes se sometieron a la resonancia y la biopsia, y más de la mitad de esos tumores (55,1%) eran clínicamente significativos.
“Cuando la glándula prostática con cáncer se parece menos a la glándula sana, el score es más alto, lo que significa que el tumor tiene más capacidad de crecer y diseminarse”, confiaron desde el centro de estudio.

Se recomienda que a partir de los 40 años, los hombres se sometan a estudios y controles.
Si bien el hallazgo no es aplicado en este momento en los tratamientos clínicos, inclina el terreno hacia la medicina personalizada, donde el perfil genético del tumor y del paciente comienzan a determinar estrategias de diagnóstico y seguimientos más precisos.