Tanto los veteranos de de la Guerra de Malvinas como sus familiares merecen todos los homenajes y reconocimientos habidos y por haber. Por ello es que, en las últimas horas, la emoción se apoderó de propios y extraños. Y no es para menos ya que tuvo como protagonistas a las madres de dicho combatientes.
En Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos, las madres de los veteranos de la Guerra de Malvinas recibieron el primero de varios reconocimientos que percibirán. Se trató de una distinción para las mujeres que sufrieron de forma contundente por lo acontecido hace más de cuatro décadas.
Las madres, que habían visto con mucho dolor la partida de sus pequeños hijos hacia el frío de Malvinas, merecían un reconocimiento de este calibre. Y también muchos más. En ese contexto, no es un detalle menor que el reconocido humorista Luis Landriscina, padrino de los excombatients, fue el invitado especial.
Lógicamente, este homenaje es para aquellas madres que pudieron reencontrarse con sus hijos después de dicha Guerra de Malvinas pero también para esas otras que no los pudieron volver a ver porque perdieron la vida de manera heroica, poniendo el pecho ante las insólitas decisiones de las autoridades del momento.
Una de las presentes fue María Mercedes Villalba, de 83 años de edad. Ella indicó que no quería contar nada al respecto porque se iba a poner a llorar. Sin embargo, terminó narrando cuando, entre lágrimas, despidió a su hijo Pedro Pierre junto a su esposo Amílcar, que trabajaba en el puerto en Concepción del Uruguay.
«Las madres sufrimos mucho, padecimos la falta de información y la angustia de no saber qué era lo que ocurría en Malvinas», exteriorizó María, que vio partir a su hijo de apenas 17 años de edad en uno de esos momentos que jamás se borraron de su mente y que jamás la abandonarán por lo que le quede de vida.
Otra protagonista fue Olga Barbosa, de 78 años. Su hijo Juan Carlos estaba cumpliendo el servicio militar y de un día para el otro le comunicaron que estaba en Malvinas. Luego, cuando volvió, fue un momento único: «Me quería morir de alegría, estaba muy cambiado», exteriorizó sobre aquel momento especial.