El nuevo Papa, León XIV, lleva solamente un puñado de horas en el cargo. Sin embargo, ya se ha despachado con un gesto realmente importante que no ha demorado prácticamente nada en trascender todas las fronteras.
Sucede que, en su primer viaje fuera del Vaticano, el sumo pontífice tomó la determinación de visitar la tumba de Francisco en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma. Sí, algo que no formaba parte de la agenda oficial.
Como consecuencia de ello, esta visita de Robert Francis Prevost Martínez fue interpretada, lisa y llanamente, como un gesto personal de respeto y de continuidad espiritual que demuestra su elevado grado de humanidad.
León XIV llegó a la mencionada basílica en horas de la mañana. Allí fue recibido por una gran cantidad de fieles, los cuales aprovecharon para acercarse y saludarlo. Posteriormente, las imágenes recorrieron el mundo entero.
Inclusive, en las mencionadas imágenes, se puede apreciar a León XIV en completo silencio ante la tumba del Papa argentino, quien falleció el pasado 21 de abril luego de mantenerse durante 12 años en el cargo.
Previamente, el nuevo Papa había efectuado otra visita no anunciada al santuario de la Virgen del Buen Consejo, en Genazzano, a unos 60 kilómetros de la propia capital italiana, algo que tampoco se encontraba en agenda.
Finalmente, después de su visita a la basílica donde descansa Francisco, el Santo padre mantuvo una reunión con los cardenales que lo eligieron el jueves pasado, después de dos días de cónclave.