En la jornada de ayer se realizó una nueva edición del Premio Clarín de Novela, uno de los eventos que premian a los escritores argentinos. Con el Teatro Colón como sede, se anunció que Luciano Lamberti es el nuevo ganador gracias a su libro Para hechizar a un cazador.
Según informaron los organizadores, el vencedor no solo es galardonado con el reconocimiento, sino que también se lleva dos millones de pesos y la posibilidad de publicar su novela bajo el sello Clarín-Alfaguara.
Luego de confirmase su victoria, el escritor se subió al escenario y brindó su discurso: «Qué semanita. Pasé de perder premios a ser jurado de premios y no tengo la costumbre de ganarlos. Es un honor por el jurado, que admiro mucho. Me pone feliz que la hayan elegido. Es una novela sobre la dictadura y no puedo dejar dedicársela a los 30 mil torturados, desaparecidos por la última dictadura militar. Eso es todo», manifestó.
¿Por qué ganó Lamberti?
Previo a revelarse quién ganaría el premio, el Jurado de Honor, compuesto por Ana María Shua, Carlos Gamerro y Samanta Schweblin, dieron detalles de por qué eligieron Lamberti para que obtenga el premio: «Nos decidimos por una novela apasionante, que se lee sin respirar. Una novela que provoca miedo y fascinación, que es de terror pero también trasciende el género. Para hechizar a un cazador tiene un extraordinario manejo del suspenso y de la tensión narrativa y al mismo tiempo es perturbadora y obliga a reflexionar. Uno de esos de libros de los que el lector no sale indemne«, explicó Shua.
Siguiendo la misma línea, Schweblin agregó: «¿Qué premia un concurso como éste? Durante la deliberación nos hicimos esta pregunta varias veces, y responderla nos dio la valentía que necesitábamos para elegir por unanimidad Para hechizar a un cazador. Y hablo de valentía porque, además de su fuerte manejo del suspenso y su tensión narrativa, la multiplicidad de personajes, sus momentos de verdad y la fuerza de esta historia, éste es un libro complejo e incómodo, y leyéndolo me encontré en ocasiones arrinconada, desconcertada y con mis prejuicios en jaque«.
Finalmente, Gamerro dio su punto de vista: «El año pasado me invitaron a inaugurar un simposio sobre los cruces entre las ficciones sobre el terrorismo de estado y el género de terror. Si hubiera leído esta gran novela de Luciano Lamberti, mi tarea hubiera sido mucho más fácil. Porque Para hechizar a un cazador corrobora y enriquece mi tesis de entonces: el mal que excede nuestras posibilidades de comprensión y aceptación, los actos humanos que desafían toda explicación económica, sociológica, política, aun psicológica, el mal que desde los horrores de la Segunda Guerra Mundial nos hemos acostumbrado, mal que nos pese, a denominar mal radical o mal absoluto, y que sin duda encarna en los crímenes de nuestra última dictadura, excede con mucho las posibilidades de la literatura realista y solicita el auxilio de lo inquietante, lo siniestro, lo sobrenatural a veces, la ciencia ficción incluso».