Luego de ausentarse al vía crucis del viernes para preservar la salud y de presidir la Vigilia del Sábado Santo, el papa Francisco se presentó en la plaza de San Pedro para comandar la misa del Domingo de Pascua.
Ante la presencia de miles de personas de todos los continentes y un grupo de más de trescientos cardenales, obispos y sacerdotes, el sumo pontífice hizo referencia al capítulo 10 de los Hechos de los Apóstoles de la Biblia y explicó: «Si nos dejamos llevar de la mano de Jesús, ninguna experiencia de fracaso y dolor, por mucho que nos duela, puede tener la última palabra sobre el sentido y el destino de nuestras vidas«.
Además de llevar a cabo una de las misas más importantes del año, el obispo de Roma realizó el Urbi et Orbi, donde aprovechó la oportunidad para rezar por las víctimas de los países que están atravesando guerras y dificultades, como Israel, Palestina, Ucrania, Siria, el Líbano y Haití, entre otros.
Mientras desarrollaba el mensaje, el argentino pidió que «se garantice el acceso a la ayuda humanitaria en Gaza, instando a una pronta liberación de los rehenes secuestrados el 7 de octubre y a un alto el fuego inmediato en la Franja».
Y añadió: «No permitamos que las hostilidades en curso continúen afectando gravemente a la población civil, ya de por sí extenuada, y principalmente a los niños. Cuánto sufrimiento vemos en sus ojos. Con su mirada nos preguntan: ¿por qué? ¿Por qué tanta muerte? ¿Por qué tanta destrucción? La guerra es siempre un absurdo y una derrota. No permitamos que los vientos de la guerra soplen cada vez más fuertes sobre Europa y sobre el Mediterráneo. Que no se ceda a la lógica de las armas y del rearme. La paz no se construye nunca con las armas, sino tendiendo la mano y abriendo el corazón«.
#VaticanNews "Es la Pascua de Cristo, la victoria de la vida sobre la muerte, el triunfo de la luz sobre las tinieblas, el renacimiento de la esperanza entre los escombros del fracaso”. Lo dijo el #PapaFrancisco anoche durante la Vigilia Pascual pic.twitter.com/gSQCpFVarz
— Vatican News (@vaticannews_es) March 31, 2024
En la misma línea, explicó que no hay que olvidar los numerosos lugares que tienen problemas constantemente, como Siria «que sufre desde hace trece años las consecuencias de una guerra larga y devastadora».
Y sumó: «Mi mirada se dirige hoy de modo especial al Líbano, afectado desde hace tiempo por un bloqueo institucional y por una profunda crisis económica y social, agravados ahora por las hostilidades en la frontera con Israel. Asimismo, aliento las conversaciones entre Armenia y Azerbaiyán para que, con el apoyo de la Comunidad internacional, puedan proseguir el diálogo, ayudar a las personas desplazadas, respetar los lugares de culto de las diversas confesiones religiosas y llegar cuanto antes a un acuerdo de paz definitivo».
Tras pedir por los países que, además de violencia y terrorismo, padecen hambruna y la inseguridad del cambio climático, Francisco rezó para que el Señor Resucitado asista a Haití, «para que cese cuanto antes la violencia que lacera y ensangrienta el país y progrese por el camino de la democracia y la fraternidad».
#VaticanNews Que la luz de la resurrección nos ilumine y convierta nuestros corazones, haciéndonos conscientes del valor de toda vida humana, que debe ser acogida, protegida y amada. Lo dijo el #PapaFrancisco en su Mensaje de Pascua pic.twitter.com/eknQoGkKnA
— Vatican News (@vaticannews_es) March 31, 2024
«Que se abran caminos de paz también en Sudán, en el Sahel, en el Cuerno de África, en la República Democrática del Congo y en la provincia de Cabo Delgado en Mozambique. Que la luz de Cristo, desea el Pontífice, ilumine también a los emigrantes y a quienes atraviesan un período de dificultades económicas, guiando a todos los hombres de buena voluntad a la solidaridad para ayudar a las familias en la búsqueda de una vida mejor y de la felicidad», añadió.
Para concluir, el papa le pidió a los líderes políticos que no escatimen esfuerzos en la lucha contra la trata de seres humanos: «¿Cuántos niños ni siquiera pueden ver la luz? ¿Cuántos mueren de hambre o carecen de cuidados esenciales o son víctimas de abusos y violencia? ¿Cuántas vidas se compran y se venden por el creciente comercio de seres humanos? Que el Señor consuele a sus familias, especialmente a las que esperan ansiosamente noticias de sus seres queridos, asegurándoles consuelo y esperanza«, finalizó.