Una de las figuras emblemáticas de los San Antonio Spurs y del básquet argentino volvió tras las huellas que dejó en Bologna y el Reggio Calabria. Allí, además de recibir varias distinciones, continuó grabando el documental que habla sobre su vida.
“Estamos en Italia de recorrida por los lugares donde Manu dejó su huella mientras grabamos su documental. Y estas visitas han sido motivo de encuentro con muchas personas importantes en su paso por acá, compañeros, entrenadores, dirigentes, más allá de los homenajes que le hacen en cada lugar que visitamos. Es realmente impresionante ver cómo lo recuerdan, quieren y admiran. Muy gratificante. Sobre todo para él, que está realmente feliz porque hacía 20 años que no venía por acá”, dijo Carlos Prunes, representante del bahiense.
En Calabria recibió el “San Giorgio d´ Oro”, máxima distinción de la ciudad. Allí aterrizó en 1998 para jugar en la segunda división, al año logró el ascenso y se destacó en la Primera en un nivel que sorprendió a todo el mundo. La rompió ante el Bologna en playoffs y terminó siendo su nuevo destino.
Llegó a un equipo con grandes figuras y se adaptó de la mejor manera. El bahiense mostró picos de jugo y mejoró ampliamente su condición física. De a poco, se fue moldeando para dar el gran salto a la categoría más competitiva.