María Llorente, la argentina que dejó su trabajo en la Fórmula 1 para dedicarse al arte

La Licenciada en Ciencias de la Computación, ilustradora y pintora autodidacta abandono su trabajo en el equipo Red Bull para perseguir sus sueños.

Por Gabriel Casazza

Feb 22, 2025

La preparación de María Eugenia Llorente es realmente imponente, ya que se trata de una Licenciada en Ciencias de la Computación, ilustradora y pintora autodidacta. Pero también experta en números, lógica, algoritmos, estadística, análisis matemático y estructuras de datos.

Así las cosas, esta multifacética y polifuncional argentina se encontraba trabajando en la Fórmula 1. Más precisamente en la escudería Red Bull Racing, donde se desempeñó durante nada más ni nada menos que una década.

De todas maneras, cuando nadie la esperaba y después de cumplir los 45 años de edad, María Eugenia tomó la determinación de renunciar al mencionado trabajo en Inglaterra para perseguir sus sueños. Realmente impresionante.

Así fue como Llorente se transformó en una artista plástica que fusiona las bellas artes con la tecnología. Inclusive, llegó a crear su propia marca, denominada «Peufe», la cual pasó a ser su nueva identidad. Para aplaudir de pie.

A través de dicha marca, esta audaz argentina vende obras y productos intervenidos, dicta talleres y, dentro de muy poco, expondrá 30 de sus creaciones en el «British Arts Centre» de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

«Mis padres no podían solventar que me fuera a La Plata, Buenos Aires o Córdoba para seguir esa carrera, así que lo más accesible era buscar alguna otra en la Universidad Nacional del Sur, en Bahía Blanca, donde ya estudiaba mi hermana», comenzó señalando en diálogo con Infobae.

«Ahí encontré que se dictaba allí la licenciatura en Ciencias de la Computación, que por entonces, mediados de los ´80, se describía como un campo profesional con futuro. No solo estaba relacionado con los números, el desarrollo de software, las base de datos y la programación, sino con el pensamiento creativo, algo que me gusta mucho», amplió.

«Me puse a estudiar sobre sentimientos, cómo calmar la cabeza y el corazón. Tomé el doodle art como un camino de sanación para mí. Y pensé que también podía serlo para otros, que podía ayudar a las personas a interactuar con los demás de una manera más empática. Por eso propongo el doodle art como una meditación activa», culminó acerca de su decisión.

Gabriel Casazza

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