Messi es un fenómeno de redes casi sin proponérselo. Tiene 500 millones de seguidores en Instagram. Más de 10 veces todos los habitantes de Argentina, un parámetro relevante si se recuerda que recién logró unanimidad en el país cuando ganó la Copa América, en el 2021. Un par de años antes de esas conquistas -el trofeo y el cariño de todos los hinchas- había aparecido una tarde en el estudio de Fox Radio. Sorprendió cuando llegó a un canal de TV por primera vez para una entrevista. Y también llamó la atención, entre mate y mate, cuando recordó un diálogo íntimo con Thiago. El hijo mayor había entrado en Internet y al poner su apellido aparecían críticas despiadadas, aún cuando más de uno hoy pagaría por borrarlas. Tenía apenas 6 años, los suficientes para entender qué replicaban los videos. Fue ahí cuando le preguntó: «Papi, ¿por qué te matan en Argentina?». «Yo no sabía qué decirle -me respondió Leo cuando le pregunté por la trastienda de esa situación-. Estábamos por comer. Entonces Anto le dijo algo y cambió de tema. Se metió un video y después llegó otro. Vino medio mal a decirme. Pero después mucha gente le hizo ver el otro lado de la película y le encanta que venga a la Selección». Mateo, el varón del medio, tenía 4 años. No entendía. Sólo miraba y escuchaba. Pero se perfilaba como el Messi carismático, el más viral si se tiene en cuenta que los goles los hace papá… Además de su personalidad, de su cara de pícaro, le tocó la buena.
«Me tocó Messi decía. Justo a Mateo le tocó mientras juntaban las figuras del Mundial 2022. Los cargaba a los hermanos. Les decía que no lo pegaba en el álbum, que se lo guardaba para él», recordó Leo con una sonrisa. Quedaba claro cuál de los tres herederos es el más extrovertido, pero también el desafío de los padres para hacerles entender del valor de las cosas a chicos que tienen todo. Es difícil, además, cuando como padre se viene de una infancia donde no se podía ir al kiosco cada vez que quisieras. «Nosotros estamos muy encima. Por ejemplo con las figuritas: no se las poníamos al alcance de la mano, ellos tenían que hacer cosas para que se las compremos. Aparte pierde gracia abrir muchos paquetes y llenar fácil todos los equipos. Está bueno que ellos entiendan que deben valorar las cosas y ganarse lo suyo», contó Leo después del Mundial.
Antes y después, cada vez que aparece Mateo en una entrega de premios, en una cancha, cuando mira la Copa o lo que fuera, rápidamente recorre el mundo. Es un influencer sin buscarlo, hasta sin saberlo de antemano. Pasó con una enseñanza que Leo le dio y se supo por el documental de Messi en Apple TV, ahora que juega en la Academia del Inter de Miami. «¿Qué vas a hacer, Matu, vas a entrenar?», le pregunta Antonela, la mamá de los 40 millones de seguidores en IG. «Sí, sí, es obligatorio», responde Mateo con sinceridad. Ahí el 10 sale al cruce como si fuera el Cuti Romero. «No podés sólo venir a jugar. Tenés que entrenar para jugar». El chico, derecho para llevar la pelota, juega en el Sub 9 y escucha cuando le habla seguro su papá.
-Antonella: ¿Qué vas a hacer Matu, vas a entrenar?
-Mateo : Si , si es obligatorio.
-Lionel : No podés venir solo a jugar, tenés que entrenar para jugar.Excelente momento de la familia Messi
— Pablo Giralt (@giraltpablo) December 7, 2023
Tan viral suele ser la situación, que Messi padre hace unos días hizo algo raro en él: desmintió con énfasis una información. Y seguro lo hizo rápido porque tiene que ver con su hijo, famoso en todo el mundo. «Hay varias academias en América que quieren fichar a Mateo, pero lo registré en Miami. Tiene talento y creo que se parece a mí cuando era joven», fue la frase un tanto inverosímil que se le atribuyó a Leo. Alguien moderado como él jamás le transmitirá esa presión a un hijo. Igual se posteó, en estos tiempos mercenarios del click, y el capitán de la Selección respondió a una publicación de la cuenta Mercado Deportivo. «Esto es falso, nunca dije eso», remató con contundencia en pocas palabras.
Ya hace un par de semanas se había hecho viral justamente, como todo lo que rodea a Messi, una charla con un compañerito. El tiene la 10 del Miami, el otro nene usa la 5. En realidad, sólo se acerca y cruza algunas palabras como cualquiera, pero el título recurrente fue «el gesto de líder de Mateo Messi». También hay otro videito en el que hace jueguitos con la derecha y la pelota no se le cae, buen motivo para que haya recorrido los portales del mundo. La imagen se repite constantemente. Cuando se lookea como su papá y sus hermanos para ir a recibir el Balón de Oro y pone cara de vago para las fotos. Cuando grita un gol en la tribuna que después se comprueba que no valió. En fin, cada vez que se lo ve. Aunque hay una repercusión diferente con Thiago, que ya tiene 11; o con Ciro, que acaba de cumplir 6. Mateo, con apenas 8 años, es de los chicos más observados en el mundo. Es el Messi viral.