Matko Miljevic es una de las figuras del fútbol argentino. Pero su pasión, fuera del mundo de la redonda, pasa por otro lado. El volante creativo, que volvió al país luego de la crisis del 2001, es cinturón negro de taekwondo WT: “Me hace despejar la mente”, reconoció.
Con pasado en Argentinos Juniors, Montreal de Canadá y Newell’s, empezó a despuntar tras su llegada a Parque Patricios y se convirtió en una pieza fundamental para el entrenador Frank Kudelka. Por su gran presente, que también se replica en la Copa Sudamericana, apareció en la carpeta de Marcelo Gallardo. Eso sí, nunca abandonó la lucha.
Miljevic, con el pelo largo, junto a su hermana, en una premiación.
“La pasión viene de siempre, se me pegó por mi hermana, que es profesora y tercer dan. Cuando era chiquito hacía lo mismo que ella en la tribuna hasta que un día me dijeron si quería participar. De ahí no paré más: me pude recibir de cinturón negro y estoy invicto en torneos internacionales”, le dijo el ‘10’ Olé en una entrevista.
Miljevic, nacido en Miami y criado en nuestro país, emigró a Norteamérica, junto a su familia, en la última crisis del 2001. Y encontró revancha en la Argentina con sus deportes favoritos, el fútbol y el taekwondo.
El ’10’ de Huracán es una de las grandes figuras del fútbol argentino en este 2025.
“Es complicado el mano a mano, tenés que estar 100% concentrado. Igual, creo que en un clásico, un Huracán-San Lorenzo, hay más presión”, dijo el futbolista que nació en Estados Unidos. Claro, es que si Huracán pasa a la final, hay muchas chances de medirse ante el clásico rival.
“Sigo entrenando con mi hermana, tenemos un gimnasio en casa, me hace despejar la mente”, agregó Miljevic, que espera el mano a mano en los playoffs, como si fuera una de sus peleas, para volver a anotar una estrella en la camiseta de Huracán.
