La “Fundación Respirar” llevó a cabo el hito: una mujer de 31 años se convirtió en la primera paciente de Latinoamérica en recibir tratamiento con células madre en el país para la cura de la “piel de cristal”, un trastorno que se da en la piel.
Según informaron los médicos, ya se infundieron las células madre a esta primera paciente y ahora el ensayo clínico continuará con el tratamiento con al menos otros 14 voluntarios.
Dicho procedimiento se realiza con células alogénicas, generadas y provistas por el laboratorio alemán Rheacell. Cada sesión terapéutica consiste en dos infusiones de unos 5 a 10 minutos de duración cada una, en un ámbito hospitalario. Finalizadas las infusiones, el paciente es controlado por aproximadamente 2 horas en su habitación y es dado de alta.
Estas células -provenientes de individuos genéticamente diferentes, pero de la misma especie- llegaron en avión a Ezeiza procedentes de Alemania, y en el mismo día, bajo los requisitos establecidos por la ANMAT y el Incucai, se enviaron para realizar el procedimiento.
La “piel de cristal” se caracteriza por una fragilidad severa en la piel que hace que se formen ampollas, llagas o rasgaduras ante el menor roce, el calor o el frío. En algunos casos las lastimaduras pueden aparecer en el interior del cuerpo, incluidas las membranas mucosas internas (boca, esófago o intestinos).
Es una enfermedad muy extraña: se estima que en nuestro país hay 500 personas que la padecen y la mitad ellas con las formas más graves. Hasta el momento no tiene cura y se tratan sus síntomas, mayoritariamente mediante el control del dolor y la picazón, y la mitigación de las heridas causadas por las ampollas. El avance de la “Fundación Respirar”, a cargo del doctor Alexis Doreski, enciende una gran llama de esperanza.