Hay muchas personas que aportaron su granito de arena y fueron fundamentales para hacer crecer y desarrollar al cine argentino. Sin dudas, la familia Carreras está en ese selecto grupo de artistas que hizo todo lo posible porque las películas nacionales se codeen de igual a igual con el resto del mundo. En esta entrevista, Marisa Andino indaga en la intimidad y comparte anécdotas con Mercedes, Victoria y Marisa Carreras.
-¿Existen tres siglos de generación en generación que se hayan pasado tanta pasión por el arte, la actuación, el mundo del teatro, el cine y la televisión?
-Victoria: La verdad es que con lo que nos llevó investigar nuestro propio árbol genealógico no llegué a saber de otras familias. Sí sabemos que están los Carpena, los Cibrián Campoy, que además son gente amada y querida. Pero 300 años no. Además, lo curioso es que en nuestra familia las mujeres nos vamos pasando el oficio. Y otra curiosidad más, todas nos llamamos María.
-Tiene que estar para el libro Guinness, esto en serio se los digo. En el mundo esto no existe. Mercedes, ¿Cómo fue esa primera vez que vos le dijiste a tu familia que querías ser actriz?
-Mercedes: Fui una mujer afortunada porque en aquellos años, cuando yo tenía 15 o 16 años, hacía todo lo que las chicas en aquella época estudiaban, como declamación, baile, español clásico y más en una villa turística como Carlos Paz. El haber ganado un concurso y que me convocaran para una película era como un poquito extraordinario y mis padres aceptaron, no me cortaron las alas. Me acompañaron y ahí fue mi destino.
-¿Y en tu familia quiénes fueron antecesores de tu lado?
-Mercedes: Yo le preguntaba a mi mamá si tenía algún antecedente y ella, que era muy simple, muy tierna y muy divina, me decía: “Yo no conozco mucho, tu abuela bailaba muy bien la jota”.
-¿Cómo fue esa investigación?
-Victoria: Mercedes es una gran investigadora y por tradición oral. La verdad es que en un encuentro que hizo la Academia de Cine con el actor Antonio Banderas, él empezó a relatar y contó que cuando se muda de Málaga a Madrid vivió en la calle Matilde Diez y yo digo “esa es mi tatarabuela”. Ahí tuve mis quince minutos de fama, porque cuando le vamos a entregar el premio a Banderas yo le dije que la calle donde vivió era el nombre de mi tatarabuela.
-¿Comenzó toda una investigación, no?
-Marisa: Las que se abocaron más a la investigación fueron Mercedes y Victoria, pero yo las acompañé e hicimos viajes.
-¿Qué descubrieron que dijeron “wow, no puedo creer que exista esto”?
-Mercedes: La gente cree que yo tomé mi apellido cuando me casé de Enrique Carreras, pero no. Yo soy Carreras de Carreras.
-Victoria: El documental que dirigí lo que plantea es cómo en las familias se repiten ciclos sin que vos lo sepas. Si te pones a investigar en tu familia te vas a dar cuenta que hay algo que vos estás viviendo en el presente que ya fue vivido y presentado por alguna ancestra tuya. El viaje mezcla un poco toda una investigación donde fuimos a buscar las pruebas al Palacio Real de Madrid, al Museo del Romanticismo, al Instituto del Teatro de Barcelona. Además de esa investigación, es un viaje al interior a través de mi experiencia constelaciones familiares. Crees o no crees, no importa. Lo que sucede, y esto lo podes corroborar, si vos empezás a ir para atrás en tus ancestros, vas a encontrar que hay cosas que se repiten.
-¿Qué encontraste?
-Victoria: Yo debuté vestida de varón en un escenario y eso es algo que era obligación para mis ancestras.
-Marisa: Yo también, de espantapájaros *risas*.
-Victoria: Y eso se corresponde con una ley porque no estaba bien visto. Estamos hablando del Romanticismo español y años atrás.
-¿De qué año estamos hablando?
-Victoria: La actriz más celebre que es la que nos permitió corroborar toda esta investigación es de 1836 y se llamaba Matilde Diez, pero ya la madre de ella había fundado el primer sindicato de actores en España. Eso es por la rama paterna, pero qué sucede. Cuando alguien se suma a esa tribu o a esa familia pasa a ser una Hija de la Comedia. Así es como se denomina a las actrices que vienen de familia. Entonces Mercedes, aunque no es de familia de actores, al casarse con un hijo de la comedia como era mi papá pasa a ser una Hija de la Comedia.
-Mercedes: Pero también, no se si seré hija de la comedia o no pero lo que ayudé muchísimo es en la investigación. A mí me apasiona y yo colaboro desde ese punto. Si hay que investigar, si hay que buscar fotos, eso me encanta.
-Victoria: Hicimos buen equipo, porque Mercedes es buena investigadora, yo dirijo y Marisa es productora, siempre produce todos los documentales que yo hice. No los hubiese podido hacer sin el apoyo de Marisa.
-¿Mercedes vos te acordás el momento en que llamaste a Vicky o Marisa y dijiste “mirá esto que estoy investigando, no lo puedo creer?
-Mercedes: Al principio cuando son más chicas no porque parecen cuentos, parecen historias del ayer, pero llega un momento, tal vez de la madurez emocional de cada uno, que se animan a investigarse y a investigar. Ahí empezó toda esta tarea.
-Victoria: Un dato re loco es, por ejemplo, que la tatarabuela fue la actriz favorita de la reina Isabel Segunda de España y que construyeron un teatro adentro del Palacio Real de Madrid. Ella fue una reina que asumió el poder y se hizo reina a los cuatro años de edad, siendo una adolescente era la reina.
-¿Y Enrique alguna vez les había hablado de este tema?
-Mercedes: No. La que hablaba conmigo era una tradición oral, un legado oral. La mamá de Enrique que era actriz y ella me contaba de esas historias.
-Victoria: ¿Sabes donde está reflejado el tema de toda esta tradición iberoamericana? En la filmografía de Enrique, y esto va al tercer documental. Si vos revisas las películas de Enrique, aparece mucho estas historias de artistas trashumantes, hay mucha cultura española: Miguel de Molina, Lolita Torres, Lola Membrives, Imperio Argentina, está muy presente en la obra.
-¿Cuál fue la primera película de Enrique?
-Victoria: El mucamo de la niña. Es del año 1952. Fue como director, como productor fue antes. En ese momento la ópera prima tenía que ser compartida, no te podías largar a hacer solo una película, entonces su primer película fue co-dirigida con un director que se llamó Juan Sires.
-¿Cuántas películas hizo, 55?
-Marisa: No, 95.
-Victoria: Se te cayeron cuarenta *risas*. Vos fuiste protagonista de una, en el Profesor Punk. Ahí nos hicimos amigas. Que lindo que lo pasamos, que felices fuimos.
-Cuando nosotros éramos chicas. Yo no me olvido más esos domingos en casa donde era todas las tardes con las películas y yo te veía a vos Mercedes, en todas esas películas tan lindas. De todas, ¿Cuál es la que te hace latir el corazón?
-Mercedes: Todas, porque cada una desprende un recuerdo o alguna emoción o alguna satisfacción. Las comedias musicales fueron maravillosas para mí. Frutilla, por ejemplo, fue un éxito en teatro y después Enrique lo llevó al cine. Y dramática fue Las locas, que fui al festival de Moscú y era un elenco maravilloso, con Leonor Manso, Benedetto, Olinda Bozán y yo. Fuimos representando a la Argentina. En aquel momento viajaron también Carlos Morelli de Clarín y Bartolomé Devia de La Nación. Y yo tuve la posibilidad de ganar el premio a la mejor actriz del Festival de Moscú. Entonces era un momento difícil también y fue una emoción muy grande. A tantos kilómetros de distancia y en ese momento no había toda esta comunicación que hay ahora directa fue algo inolvidable.
-La primera película que te dirigió Enrique, ¿Cuál fue?
-Mercedes: La primera película se llamó El primer beso. Fue la primera película en color que se hizo en la Argentina, yo era una adolescente. Los maquilladores no sabían ni cómo maquillar en color. La protagonista era Adrianita, una niña prodigio que pasaba de la niñez a la adolescencia. Ella era la protagonista y yo hacía de la amiga. Lo que pasa es que yo le gané a la protagonista porque lo enamoré al director.
-¿Cuándo se estrena el documental?
-Victoria: Primero vamos a hacer un recorrido por festivales. Vamos a ver, la hemos inscripto en el Festival de Mar del Plata
– Quiero ver el momento del primer beso de Mercedes con Enrique
-Mercedes: Te doy la primicia. Ubiquémonos. La primera pasa de la película se veía en el Laboratorio Alex. Estaba el laboratorio repleto de gente porque Armando Bo estrenaba una película con la mítica Isabel Sarli, que fue nuestro sex symbol de la Argentina, irrepetible, maravillosa y un ser humano a la que tuve después posibilidad de tratar increíble. Entonces estaba la sala, que era pequeña pero estaba repleta. Yo llego al laboratorio con Enrique y Armando Bo le dice: “Enriquito vení a ver que paso la película de la Coca”. La sala estaba repleta, no había lugar para sentarse. En la sala de atrás había un mostrador, tipo escritorio alto, donde normalmente la asistente de dirección, cuando se pasaba el material del día, anotaba. En la noche del estreno de la película nos toca atrás del mostrador a Enrique y a mí y en esa velada, con la proyección de Isabel Sarli, nos besamos. Eso está contado en la película con otros detalles muy graciosos.
-¿Cuál fue la primera película en que aparecieron ustedes siendo chiquititas?
-Marisa: Primero vino Ritmo Nuevo, Vieja Ola, después Esto es Alegría y después Matrimonio en la Argentina.
-Victoria: Yo no había nacido en ninguna de las tres, lo cual en este momento de la vida me favorece mucho *risas*.
-Después me acuerdo de otras películas tan lindas, como las de Palito Ortega, ¿Cómo fue?
-Victoria: Toda la obra de Enrique estuvo atravesada por la comedia musical, por las grandes figuras de la música.
-Mercedes: Yo estoy muy con el revival. Sabes a quien quiero homenajear yo de las películas musicales, a una figura mítica del tango en blanco y negro: el señor Alberto Castillo. Yo hice Nubes de Humo en blanco y negro con él, hacía de su mujer. Tuve a su hijo, que era un bebé, y yo era muy joven en ese momento. Era un ídolo popular maravilloso. En la película de Victoria hay una escena que a mí me conmociona cada vez que vemos el material. Es en blanco y negro, en el Obelisco. Viene en un coche y una barra canta. La toma está de arriba y viene Enrique. Cuántas oportunidades que ha dado a tantas personas, ¿qué les vería?.
-Veía una persona y sabía lo que le gustaba al público. Sabía el gusto popular, tenía esa sensibilidad y no todos la tienen.
-Mercedes: el creía mucho en el equipo, era una época distinta. Durante los dos o tres meses que duraban los rodajes, era todo un grupo humano técnico maravilloso, desde el iluminador, el escenógrafo, el asistente de dirección, el vestuarista. Estaba terminando una película y el equipo le decía “Carreras, ¿cuándo empezamos la próxima?”. Él creía en una industria arte. También en aquel momento su gran atractivo era que el cine iba buscando escenarios naturales. En las películas de Enrique tenes de las Cataratas del Iguazú a Bariloche, Salta o Jujuy.
-Ustedes por más que eran chicas, estaban rodeadas de semejantes personajes. Me imagino en el living de tu casa, como Tita Merello.
-Marisa: Yo recuerdo el día que vino a cenar a casa Armando Manzanero, yo era chiquita, y lo recuerdo. Trabajaba con la mexicana Angelica María y vinieron los dos, nosotros estábamos en la habitación durmiendo y nos vinieron a visitar.
-Mercedes: Manzanero, Palito Ortega y Angelica María.
-¿Te consultaba algo sobre alguna película?
-Mercedes: No me consultaba pero me escuchaba. Cuando yo le decía algo él lo analizaba. Nos llevábamos muy bien. Peleábamos mucho también.
-¿Alguna vez decía, me gustaría para esta película esta protagonista?
-Mercedes: En las grandes decisiones de roles o temáticas no me metía, pero sí podía acotar algo. Alguna pequeña acotación de colaboración.
-Victoria: Yo tengo una mirada respecto a esto que preguntas. Yo creo que hubo algo en el cine argentino que muchos directores contaron con el trabajo invisible de sus compañeras. Cuando a mí me preguntan cómo hizo Enrique para hacer 95 películas, fue porque la tuvo a mercedes a su lado. Porque ella hizo un montón de trabajo que quizá ni siquiera ella misma se da cuenta la incidencia que tenia, la fuerza que tenía. Era un cine donde no existían las computadoras, era a maquina de escribir, los guiones se recortaban y corregían a mano. Yo la he visto hacer castings, discutir proyectos. Todo ese apoyo generaba un capital económico porque hacia posible que enrique siguiera filmando. Y así como existió ella, así fue Isabel Sarli con Armando Bo. Esa es mi visión.
-Vos heredaste lo que es la dirección
-Victoria: Me gusta dirigir documentales, no ficción. Y me gusta construir conocimiento, quizá arranqué por lo que tengo más a mano que es nuestra historia familiar y este legado, que es un legado en las artes escénicas y en las cinematografías iberoamericana. Porque en la facultad comprobé que no hay tanta bibliografía, se estudia la filmografía de Carreras pero no hay lugar donde abrevar. Cuando estaba cursando historia del cine latinoamericano y argentino venían mis compañeros a preguntarme. Ahí es donde yo decía “bueno pero esto que yo lo diga no te sirve para un final lo tenemos que tener documentado”.
-Mercedes: Yo creo por sobre todas las cosas que el valor que tiene es que estamos en una época de tránsito como a habido años atrás, un año bisagra. Creo que esta película marca y queda el testimonio de un ayer, registrado maravillosamente con una historia muy atrapante. Pero hay un testimonio, que nadie lo puede negar, que son 95 películas.
-Victoria: También hay algo interesante que es ver a una figura que arranca en el cine de estudios en un presente concreto y real que es el cine hecho por mujeres hoy en una era digital. Da testimonio de cómo se hizo un cine en el ayer pero también deja un testimonio de cómo estamos haciendo las mujeres el cine hoy.
-Va a ser un éxito porque todos amábamos ver las pelicular de Enrique Carreras y todos van a querer ver esa historia familiar. Este tercer documental, que lo vamos a amar todas, ¿Cuándo podríamos verlo?
-Victoria: Nosotras pensamos que a fin de este año o en los primeros meses del 2024.
-Mercedes: Yo estoy muy emocionada que se pueda estrenar en Mar del Plata y hay muchas imágenes.
-Yo fui a ver Rojo Tango en el Faena, ¿Hace cuanto que estas ahí?
-Marisa: Ya hace 17 años que estamos con Rojo Tango en el Faena y 12 años en el Café de los Angelitos. Orgullosa. Son dos shows de tango de primer nivel que hay acá en Argentina. Somos un grupo. Hay una pareja que fue seleccionada para acompañar a Luis Miguel. Nos pidió a Rojo Tango una pareja y ahí están los chicos brillando como brillan todas las noches. Tenemos la suerte de tener un grupo de bailarines excelentes. Me representan muy bien y tenemos un vestuario divino que es de Gabriel Alcobax y al director general que es Antonio Ruiz. Estoy feliz de trabajar en ese lugar, para mí es como mi casa y cada logro que vamos teniendo me siento feliz.