¿Hay un algún hecho en la vida de Marcos Di Palma que sea tradicional? Busquemos, investiguemos, pero siempre nos vamos a encontrar con particularidades que nos llevan a la incredulidad, al asombro, al impacto. Cuando hablamos del Primer Auto en la vida de las personas aparece una coincidencia clara: todos lo tuvieron luego de los 18 años, en la mayoría de edad, obviamente. ¿Ya respondimos si hay algún hecho en la vida de Marcos Di Palma que sea tradicional? Dejemos que sea él quien se encargue de contar la historia de cómo, y sobre todo cúando, tuvo su primer auto, en esta aventura de conocer lo anecdótico de este momento hermoso e inolvidable en la vida de las personas que atravesamos en ADN+ junto a Car One.
“Mi primer auto, la verdad, lo tuve a los 13 años. Lo compré con mis ahorros en Capital Federal y me fui andando, a esa edad y a la 1 de la mañana para que no me agarre la Policía, hasta Arrecifes. Me vine con mi primo, que tenía 10 años, y así nos fuimos los dos, andando sin que nadie se enterara”. Primera pregunta respondida. Seguimos, porque claro, ¿Quién le vende un auto a un chico de 13 años que viene solo a comprarlo?
“Era un Fiat 600 R, que tenía motor 850. La locura más grande, sin dudas, es que me lo vende un tipo al que había contactado sin ningún papel ni nada, sin transferencia, solamente fui, le di la plata y me llevé el auto, te juro que lo recuerdo y cada vez me parece más turbio”.
En la familia Di Palma siempre hubo un auto a mano, un vehículo con motor disponible. Pero este Fitito aparece en la vida de Marcos como el primero, el que inaugura la seguidilla. Pasemos a lo legal, dejemos atrás lo turbio, finjamos demencia y continuemos escuchando lo que tiene para contarnos el emblemático piloto de Turismo Carretera, Top Race, Turismo Nacional y Supercart.
“Ese Fitito lo reparé y lo vendí, después salté a un Opel K180 destruido, que arreglé y vendí, y me compré una Dogde GTX con 16 o 17 años. Y mi primer auto 0 KM, mi primer auto oficial digamos, fue un Fiat Regata S, sin nada, ni levantavidrios ni aire ni nada. Pero con una cantidad de historias adentro que podría hacer una serie de 30 capítulos, imagínate. Fue el primero al que le andaba todo, que no estaba podrido, el que no me dejó nunca, el que me llevó a todos lados y a vivir cosas espectaculares”.
No, definitivamente no comprò en Car One ese primer auto. Porque no lo hubieran dejado retirarlo a èl con esa edad y menos irse sin los papeles. Y definitivamente no hay hechos tradicionales en la vida de Marcos. Su vida es un gran abanico de anécdotas y locuras. Y mucho más todo lo que tiene que ver con los fierros, con los motores, con los autos. Hoy se lo ve más sereno, más pausado, pero este Marcos de hoy es sencillamente la evolución de aquel nene de 13 años que una tarde juntó su dinero, se tomó un micro a Capital y se volvió irresponsablemente feliz arriba de su Primer Auto.
