El lugar ya encontró un lugar en la historia por ellos dos, megaestrellas de rock, quienes se conocieron en dicha ciudad y se reencontraron de adolescentes. Y de la mano de la artista plástica Amy Goodman, Jagger y Richards quedaron eternizados en la obra de bronce.
Las estatuas muestran a Mick y Keith plena actuación en vivo de los Rolling Stones. Jagger aparece vestido con sus característicos pantalones ajustados y remera, saltando con un micrófono en la mano. Richards, por su parte, tiene la cabeza inclinada sobre su guitarra Telecaster modelo Micawber, que le regaló Eric Clapton en un cumpleaños.
Dartford es vital en la historia de la banda emblemática. Ahí, los dos músicos compartieron la escuela primaria y tras un distanciamiento, se volvieron a ver en la estación de trenes. El cantante llevaba algunos discos de blues, fue la excusa para retomar el contacto. Al año, nacían los Stones.
Según la artista Goodman, el objetivo de las estatuas fue capturar la energía y la química de los rockeros, que se ven en plena acción.
Decidió representar a Jagger y Richards tal como se veían en vivo en la década del ‘80. Durante el trabajo -que le llevó cerca de 10 meses- la artista escuchó sin parar las canciones de los Stones. “Yo era un manojo de nervios. Hubo mucha presión porque son íconos”, comentó sobre el proceso de creación.
“En términos de cultura y música, nadie es mucho más influyente que los Rolling Stones. Su música le cambió la cara a la música popular y estos muchachos de Dartford son ahora dos de las personas más reconocidas y queridas del mundo”, dijo un dirigente del municipio inglés.