Te voy a tutear. Espero que lo tomes bien. Sos el nuevo líder de la Argentina, con todas las de la ley, pero entiendo que somos iguales y sé que vos también lo entendés así. Yo soy periodista, entre otras actividades, y orgulloso director de ADN+. Vos sos economista, entre otras actividades, y orgulloso presidente de la Nación. Más allá de las circunstancias de cada uno, del lugar donde vivimos o de la situación social o económica, no debería haber diferencias entre nosotros. Y te lo quiero decir con todas las letras, Javier. Estoy cansado de los presidentes, e incluso funcionarios de menos monta, que nos miran desde arriba como si fueran superiores, nos dan indicaciones como si fueran nuestros maestros o nos premian y nos retan como si fueran nuestros padres. Sos presidente, nada más. Y nada menos.
Sos uno más de los 46 millones. Y si la pasamos mal, vos también deberías pasarla más. Y si la pasamos bien, vos también deberías pasarla bien. Y en este último caso te lo vamos a valorar y a agradecer eternamente. Debería ser lo normal. Si se postulan, y si los elegimos, es porque suponemos que son capaces. Y no voy a entrar en la grieta política ni a hablar de gustos porque la realidad es que, después de 40 años de democracia, casi la mitad del país es pobre y estamos con problemas graves en la salud, la seguridad y la educación. Y mientras millones de niños y abuelos argentinos tienen dificultades para comer o duermen en la calle, como si ellos no tuvieran nada que ver, la mayoría de los políticos vive entre lujos y miran al resto desde sus mansiones, torres y hoteles. Ya estás enterado, claro, que el jefe de gabinete de la provincia de Buenos Aires (donde falta el pan, las cloacas, la dignidad) se paseaba en un yate en Europa como si tuviera todo resuelto. Y así te podría relatar miles de historias vergonzosas que ya conocés.
Arranco así para qué sepas dónde te metiste y por qué te eligieron. Podría decirte «te elegimos» pero no te voy a mentir en esta primera charla. Voté en blanco porque estoy cansado. No soporto más a ninguno. Y porque algún comentario tuyo o de gente de tu equipo, con respecto a la diversidad de género y a los que no piensan igual que vos, no coincidía con mi manera de ver la vida. Mi hija te votó, mis amigos te votaron, parte de mi familia también, y sé cómo piensan y cómo actúan. Si confiaron, entiendo que yo también puedo hacerlo. Además es sano que no pensemos todos iguales. Y no por eso vamos a ser enemigos. Por eso te hago una sugerencia que roza a mi profesión. No hables genéricamente de periodistas ensobrados porque hay muchos que no lo somos y nos podés herir. Y quedate tranquilo que si hay alguno que lo es (seguramente los hay), la gente no tarda mucho en darse cuenta y deja de creerles. No hace falta que vos los señales.
Dicho todo esto, quiero que sepas que acá estoy para bancarte desde el domingo y durante estos cuatro años. Y bancarte significa apoyar siempre, marcando lo bueno y lo malo. Y fundamentalmente voy a tratar de no meterme en tu trabajo para poder hacer bien el mío. Y así lograr que ADN+ te ayude a que la sociedad tenga buenas noticias todos los días, recupere la alegría y contagie cada día a más gente. Esa es nuestra misión. Y ojalá vos vayas también en esa dirección. Entenderemos que digas de entrada todo lo que está mal, cuál es el punto de partida, y hacia dónde nos dirigimos. Y quizás haya que sufrir un tiempo. Lamentablemente, estamos acostumbrados y seremos capaces de atravesarlo. Siempre y cuando no nos falles y sigas yendo con la verdad aunque nos duela. No hace falta que hagas tanto hincapié en los delincuentes y corruptos que te precedieron. No somos ciegos ni tontos. Ahora estás vos. Dejalos que descansen (y no en paz). La mayoría de ellos tiene el peor castigo que es no poder salir a la calle por miedo a que los reconozcan.
Ocupate de lo que te tenés que ocupar. Contá con los argentinos de bien que somos mayoría absoluta, bancate las críticas como un señor, y reconocé los errores. Porque de ellos se aprende y tenés que salir de ésta mejor de lo que llegaste. Tenés que poder ir a cualquier lado cuando termine tu mandato y sentirte respetado y admirado. Tenés que poder mirarnos a los ojos a cada uno de nosotros y saber que lo diste todo. La mayoría de nosotros no somos economistas pero ya aprendimos de inflación, de las leliqs, del cepo cambiario, del riesgo país y de todas esas cuestiones que nos trajeron a vos. Porque llegaste por mérito tuyo y fundamentalmente por la incapacidad de los demás.
Explico el «tenemos que hablar» para aquel que quedó afuera. Elon Musk, uno de los hombres más exitosos del mundo y dueño de Twitter (hoy X), subió un video de Milei y nuestro presidente le escribió «we need to talk, Elon». Porque Javier no tiene miedo de encarar a nadie y hablarle de igual a igual. Y así me dio pie a que yo haga lo mismo con él. Además, y dato no menor, porque el líder de La Libertad Avanza es seguidor de ADN+ en Instagram. Eso nos pone orgullosos porque somos muy nuevos y nos obliga a seguir mejorando día a día. Por él y por cada uno de los lectores que eligen informarse a través nuestro.
Ese era el mensaje, Javier. Recordarte que sos uno más, para que no te subas al caballo ni al helicóptero ni a la estratósfera, y para que sepas que contás con nosotros. Danos buenas noticias y nosotros nos ocuparemos de que a la gente les llegue.
Ah, y dejá tranquilos a los «ensobrados» que bastantes problemas ya tienen con serlo.