Un día como hoy, de 2013, la chimenea de la Capilla Sixtina anunciaba con la fumata blanca que la Iglesia tenía un nuevo líder. Jorge Bergoglio pasó a ser Francisco, en honor a Francisco de Asís (ejemplo de sencillez y servicio) y se convirtió en el primer Papa Latinoamericano.
El Pontífice impulsó un cambio de paradigma en el Vaticano, priorizando una visión pastoral y de cercanía con los fieles. Su mensaje de apertura y misericordia se reflejó en su postura ante temas como la migración, la pobreza y el diálogo interreligioso.
En el ámbito internacional, su liderazgo fue clave en la mediación de conflictos y en la promoción del ecologismo. Además, rescató y valoró la ayuda humanitaria en todo el planeta.

Francisco, en el día de la asunción, recibiendo los honores de Benedicto XVI.
Además, el Papa expresó en varias ocasiones su profunda preocupación por los conflictos bélicos, particularmente en Gaza y en Ucrania, haciendo un llamado a la paz y al cese de las hostilidades. Su postura se caracteriza por un fuerte rechazo a la violencia y una defensa del diálogo como la única vía para alcanzar la paz.
Actualmente, el argentino se encuentra hospitalizado en el centro médico Gemelli, de la ciudad de Roma, debido a una neumonía bilateral y una bronquitis con infección polimicrobiana. Según el último parte, permanece «estable», no presenta fiebre y no requirió ventilación mecánica no invasiva en las últimas horas.

El Papa manifestó su amor por su querido San Lorenzo en varias oportunidades.
“En este momento particular por su salud elevamos oraciones al Señor para que se recupere pronto y siga llevando a cabo su ministerio petrino por muchos años por venir. Agradecemos su presencia, la atención que presta a estos últimos, a los excluidos de la sociedad y por ser un genuino promotor del diálogo y la paz”, expresaron en las redes sociales en la santa sede.
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