Para distenderse, relajarse, descansar la cabeza o alimentar el cerebro, Ticketek ofrece una buena cantidad de eventos variados para que todos los ciudadanos de Buenos Aires disfruten desde hoy hasta el domingo del mejor entretenimiento nacional e internacional.
Este viernes 5 de abril habrá dos shows musicales de primer nivel para que asistan los melómanos del país. Desde las 21, la cantante Luz Gaggi se presentará en el Teatro Coliseo para tocar por primera vez su disco «ALTAR«. La joven de 21 años, que se hizo conocida por participar del programa La Voz Argentina, «llevará al público a un viaje inolvidable a través de las cautivadoras melodías de su álbum debut».
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A la misma hora, el grupo Héroe brindará un concierto en el teatro de la Universidad Nacional de La Matanza. El trío lírico y pop endulzará los oídos de los espectadores con «Noche lírica italiana«, un espectáculo extraordinario en el que reversionarán algunos de los clásicos más grandes de la Ópera, como Bella Ciao, Volare y O sole mío.
Para los fanáticos de las series animadas existe una oferta más que atractiva que los hará recordar los momentos más gloriosos de su infancia y adolescencia. Entre el sábado 6 y el domingo 7 tocará en vivo Power Up Orchestra, la orquesta más importante del anime. En el Teatro Metro de La Plata y en Centro Cultural San Isidro, respectivamente, los admiradores de Los Caballeros del Zodíaco tendrán la oportunidad de presenciar un show sinfónico interpretado por bandas y cantantes con las canciones más icónicas del programa.
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Además de la música, la empresa tiene en su cartelera una gran obra de teatro como «Habitación Macbeth«, que se podrá ver sábado en el Teatro Devoto, ubicado en Av. Lincoln 3815. Protagonizada y dirigida por Pompeyo Audibert, la sinopsis marca que se trata de «un intento de arrojar junto a Shakespeare un piedrazo en el espejo también en el nivel de las formas de producción, de transparentar la estructura soporte, la máquina teatral y su metáfora, sin menguar la extraordinaria potencia poética que sostienen sus efectuaciones ficcionales, por el contrario, mimetizándose con ellas, acrecentando, defendiendo la máscara, pero también sus misterios sagrados, su ser artificio ritual de una presencia (nos otros) que el teatro le tiende amorosamente para desvelarla, y que tal vez sea la nuestra en esa latitud de ser sin máscaras».