Puerto Madryn vivió una nueva edición del Vía Crucis Submarino. Este importante evento se realiza desde hace 23 años y contó con la presencia de turistas, fieles, buzos, nadadores y kayakistas.
El último Viernes Santo, la ciudad llevó a cabo la 19° edición del increíble homenaje. La primera vez se hizo fue en el año 2000, gracias a una idea que surgió durante un asado entre amigos. José María Goity, uno de los creadores de este acontecimiento, habló con Télam y manifestó que todo surgió porque querían “ocupar espacios en los medios buscando algo original que captara la atención”.
Esta es una actividad única en el mundo que logra que miles de personas sean testigos de una experiencia inigualable. La ceremonia empezó con Cristo, interpretado por un actor, que salió de la iglesia y recorrió las calles de Puerto Madryn hasta llegar al muelle, donde esperaban los fieles que se quedaron observando el maravilloso acto.
Luego de esto, los profesionales bajaron la cruz desde una grúa hasta la superficie marítima, para trasladarla minutos más tarde 8 metros hacia el fondo del mar. Con los buzos, nadadores y kayakistas sumergiéndose con la cruz iluminada de cuatro metros, las personas presentes se emocionaron y rompieron el emotivo silencio con aplausos.
“Acá no hay un rédito económico, simplemente hay un gran entusiasmo, un cariño enorme por la ciudad donde uno vive y es hacer el Vía Crucis a la manera nuestra. Acá en la Patagonia somos así”, declaró Goity. Y agregó: “Nos empezaron a llamar de muchos países porque esto levantó mucho interés, y era gracioso porque el primer Vía Crucis estábamos atajando todos los penales y de golpe nos llamaban de España, de Italia, de Turquía, de Alemania, y dijimos, ah, la pucha, ¿qué pasó? El Vaticano dio su permiso. Que todo esto que decimos en broma, por supuesto es una ceremonia religiosa con toda la seriedad que corresponde”.