El enorme local que funcionó durante 30 años en la calle Arenales volvió a iluminarse, pero en otra zona de Capital Federal, ahora volverá a brillar en Carlos Calvo 3860.
En sus épocas doradas, el bar llegó a tener tres pisos y era un lugar de paso obligado para los trasnochados de la city porteña. La gente hacía colas durante varias horas y llegaban jóvenes desde todos los barrios y varios puntos del Conurbano.
Con una ambientación idéntica a la original, Jobs, que había cerrado en 2021 sin previo aviso, volvió a mostrar sus salones con mesas de pool, metegoles, dardos o al ping pong.
El metegol, una atracción para todas las edades.
El sitio volvió a abrir sus puertas de la mano de Julián Mizrahi, quien alguna vez fue habitué de Jobs. Cuando se enteró que los dueños originales lo ponían a la venta, no dudó en ir tras el nombre y el concepto del bar que varias generaciones relacionan con los buenos tiempos de su juventud.
“Era un lugar con mucha mística, un símbolo de la noche porteña. El dueño anterior calculaba que en más de 3 décadas por Jobs pasó una cantidad de gente similar a la población entera de Uruguay. Y las cuentas dan…”, asegura.
En esta «segunda temporada» -tal como lo presentan ahora- prometen algunos cambios: “Para tentar a las nuevas generaciones pronto vamos a inaugurar una sala de streaming con Jobs TV. Queremos tener una radio con programas propios dentro del bar, algo muy interactivo con los clientes”, anticipa Mizrahi. Pero también reconoce su sorpresa al ver cuánto se enganchan los más jóvenes con los juegos tradicionales.
Los juegos de mesa que no pasan de moda están en Jobs.
Para aquellos melancólicos que quieran darse una vuelta, el bar estará abierto los martes, miércoles y domingos, de 20 a 1 de la mañana. Mientras que los jueves, viernes y sábado el horario se extenderá entre las 20 y las 3.
