La mujer decidió patear el tablero a los 60 años. En 2023, trazó el mapa y arrancó su viaje tan soñado. Primero, por todo el territorio argentino y luego cruzó la frontera para adentrarse en Chile y subir. En total, fueron 107 días de aventura para llegar al Machu Picchu peruano.
Su espíritu aventurero arrancó hace varios, por eso se afincó en la Patagonia para desarrollarse como artesana. Luego de realizar actividades con grupos de senderismo, se compró una moto: ahí despertó la pasión por el viaje en la ruta.
Un día partió de Bariloche, donde vive, y comenzó a descubrir distintos paisajes en la montaña. Llegó hasta La Quiaca, cruzó a Bolivia y siguió viaje hacia Chile. Pegó la vuelta nuevamente por nuestro país hasta que decidió emprender el viaje hacia el Machu Picchu.
Cruzó al país trasandino por los Caracoles y escaló hacia el norte. En el medio, visitó paisajes únicos, llegó a dormir en una catedral por el frío y rescató la solidaridad de la gente en la ruta, sobre todo de la comunidad motoquera.
Al final, siguiendo con atención todos los recaudos, arribó al valle milenario de la ciudad de Cuzco, en Perú. “¡Fue todo tan impactante y diferente! El lugar es increíble, es hermoso. ¡No hay palabras!”, contó emocionada al cumplir su sueño.
A los 63 años, pudo llevar a cabo su ansiado viaje y sigue con la idea de completar varias rutas en Sudamérica: “Tenía pendientes lugares como las Cataratas, el sur de Brasil, Bolivia y el Machu Picchu, por suerte pude sacarme las ganas”, redondeó Alicia.