De quedar atrapada en las redes de los pescadores a recibir cuidados y regresar al mar con ayuda de profesionales. Esto es lo que le sucedió en los últimos días a una tortuga marina en Ingeniero White, una localidad ubicada en el partido de Bahía Blanca, en Buenos Aires.
El animal, que tiene entre cinco y diez años y pertenece a la familia Chelonia mydas, tuvo la desgracia de ser capturada por Cristian Maciel, quien estaba trabajando en el agua con su red. Al percibir lo que había sucedido, el hombre alertó a los rescatistas para que lleven a cabo el procedimiento necesario.
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Tras sacarla, el equipo que realizó la liberación la trasladó hacia el Centro de Rescate y Rehabilitación Quelona, que está bajo las órdenes de la Universidad Nacional del Sur (UNS). Luego de hacerle los estudios necesarios y de alimentarla correctamente, le marcaron una aleta con un código alfanumérico y la devolvieron a su hábitat natural, con la intención de que continúe con su vida mientras aprenden sus costumbres siguiendo su recorrido.
En una entrevista, la guardaparque Lucrecia Díaz le agradeció a Maciel por su colaboración y explicó que los pescadores suelen tener estas actitudes cuando hallan ejemplares de estas características: «Ellos, cuando encuentran una tortuga enmallada, nos llaman y nos avisan en qué horario llegarán al puerto para que podamos recibirla”.
En la misma línea, comunicó que los resultados de los análisis arrojaron que el animal estaba en «buen estado sanitario y activo». Y añadió: “Siempre que pasen períodos cortos de tiempo entre el enmalle y la liberación, tratamos de devolverla al mismo lugar para que pueda seguir en la zona donde estaba”.
