En las últimas horas se conocieron detalles absolutamente relevantes relacionados con los tratamientos correspondientes a los accidentes cerebrovasculares. Sin lugar a dudas, detalles que se deben tener muy en cuenta.
Sucede que un estudio reciente reveló que una prueba rápida de sangre podría llegar a acelerar el tratamiento de las personas que sufrieron un ACV relacionado con la hemorragia cerebral. Un dato completamente determinante.
No es un detalle menor que las víctimas de ACV con hemorragias cerebrales tienen niveles sanguíneos casi siete veces más altos de una proteína cerebral denominada proteína ácida fibrilar glial o GFAP, en comparación con los pacientes con ACV generados por un coágulo de sangre.
Así las cosas, un análisis de sangre que detecta la GFAP durante el transporte de emergencia podría iniciar un tratamiento muy efectivo para dichos pacientes, incluso antes de que lleguen al hospital. Muy destacable.
Esto podría reducir el daño cerebral por accidente cerebrovascular de los pacientes en cuestión, según indicaron los investigadores antes de la reunión anual de la Asociación Americana del Accidente Cerebrovascular (American Stroke Association, ASA).
«Es crucial diferenciar estos dos tipos de ACV porque necesitan tratamientos opuestos», comenzó exteriorizando al respecto el doctor Love-Preet Kalra, residente de neurología del Hospital RKH Klinikum Ludwigsburg, en Alemania.
«En el accidente cerebrovascular isquémico, es necesario abrir el vaso sanguíneo bloqueado con medicamentos anticoagulantes o extirpar físicamente el coágulo. Por el contrario, en un accidente cerebrovascular hemorrágico, es necesario reducir el aumento de la presión arterial y administrar medicamentos para revertir los efectos de ciertos medicamentos anticoagulantes», completó.