Las escuelas de frontera, además de servir como centro cultural para los chicos que con frecuencia se desarrollan en varios países, brindan las condiciones necesarias para asegurar el óptimo funcionamiento de la educación en espacios rurales y de difícil acceso. Gracias a una ley que lograda hace más de 50 años, se estableció el Día Nacional de las Escuelas de Frontera y desde esa fecha son varias las organizaciones que cooperan para el normal funcionamiento.
El 14 de marzo de 1972 se aprobó la Ley 19.524 que implementó la creación de escuelas de frontera. Como dice la reglamentación, estos establecimientos educativos fueron “fundados con el propósito de que ningún argentino deje de asistir a clase, por más alejado e inhóspito que sea el lugar en que habite”. La ley aplica a chicos que tienen grandes dificultades y distancias para poder acudir a los colegios convencionales.
La normativa buscó garantizar la igualdad de oportunidades para todos los chicos del territorio argentino, especialmente aquellos cuyas posibilidades de aprendizaje se ven particularmente perjudicadas por la zona rural o fronteriza en la que viven. La ley también garantiza el acceso a la educación a menores en situaciones especiales, como aquellos con problemas físicos, los que se encuentren hospitalizados o con dificultades socioeconómicas.
Ese mismo día se publicó el Decreto 1.531 en el Boletín Oficial, reglamentando la creación de una comisión especial y permanente, presidida por el Ministro de Cultura y Educación, a cargo de coordinar “las actividades vinculadas con la formulación, ejecución y control de la política educativa en zonas y áreas de frontera que realicen los organismos dependientes del Ministerio”.
Años más tarde, en 1982, se fundó la Asociación de Clubes Argentinos de Servicio (A.C.A.S.), una asociación civil que se dedica a la construcción, acompañamiento y mantenimiento de escuelas de frontera en Argentina. “Con el tiempo uno va viendo que la escuela de frontera no solamente es un edificio en sí, sino que también es el centro de la comunidad; las comunidades empiezan a crecer porque empiezan a asentarse alrededor de estos edificios que se construyen”, contó Ignacio Hid, presidente de la asociación.
Se estima que el número de escuelas de frontera supera las 11 mil escuelas, que se distribuyen en las provincias de Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Formosa, Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz, ocupando un total de 9.376 kilómetros de límite con cinco países.