El 27 de junio de cada año se celebra el Día del Biólogo en Argentina. Esta fecha es muy significativa, ya que conmemora la creación del Museo de Historia Natural de parte del expresidente Bernardino Rivadavia.
En una entrevista con Infobae, diferentes biólogas de la Fundación Temaikèn hablaron sobre lo que sienten al realizar su profesión y sobre las distintas problemáticas a las que se enfrentan constantemente.
Una de las entrevistadas fue Paula González Ciccia, quien trabaja como directora de Conservación, Educación e Investigación. La rama que eligió le permitió profundizar en el análisis del comportamiento animal y en la conservación de la biodiversidad. Sin embargo, no es una tarea fácil, pues a diario afronta diferentes problemas, como la contaminación, los incendios y el tráfico ilegal.
«Trabajando de manera colaborativa, aportando conocimiento y capacidad para que junto con todos los actores claves, organismos de gobiernos, organizaciones del sector civil, la academia, la comunidad, el sector privado podamos establecer estrategias eficientes y sostenibles que nos permitan asegurar la supervivencia de las especies y los ecosistemas. Estamos atravesando la década de la restauración, todos tenemos que entrar en acción para lograrlo«, explicó sobre cómo tratar de solucionarlo.
Cuando se le consultó sobre cuál es su principal objetivo, González Ciccia respondió que quiere lograr que las especies con las que trabajan «estén en un mejor estado de conservación y fuera de peligro«.
Otra de las biólogas que realizaron la nota fue Lina Zabala, que desarrolla su carrera como Coordinadora Operativa de Rescate Animal en el Centro de Recuperación de Especies Temaikèn. Según manifestó, uno de los problemas que afectan a la biodiversidad es la «fragmentación de los ambientes debido a la expansión de las fronteras inmobiliarias y agrícolas, comercio ilegal de especies, cacería, desmontes, contaminación, atropellamientos y mascotismo«.
Asimismo, dio a conocer que su labor tiene factores gratificantes, como «lograr la rehabilitación total de los animales y verlos regresar a su ambiente de donde nunca debieron haber salido, contribuyendo así a la conservación de la biodiversidad«.
Julieta Jañez y Alicia de la Colina también participaron de la entrevista con Infobae. La primera se encarga del Acuario y los organismos acuáticos de Fundación Temaikèn, mientras que la segunda se especializa en Investigación del Departamento de Conservación e Investigación.
Según explicó Jañez, «la vida en el agua presenta características particulares y es asombrosa», siendo una de las razones que la motivaron a «conocer más de estas especies y a ayudarlas».
Además, declaró que busca «tener un impacto positivo en el mundo» y proteger la naturaleza: «Investigando, rescatando, criando y reintroduciendo las especies en peligro o en la construcción de ciudadanía ambiental, como lo hacemos cada día en el Acuario del Bioparque«.
Por último, de la Colina cree que los biólogos deben «seguir dando información verídica y fáctica de la situación ambiental, mantener el monitoreo de la crisis lo más actualizada posible, para guiar correctamente las políticas públicas necesarias para generar los mecanismos de prevención y mitigación«.
No obstante, agregó que la pérdida de hábitats es una de sus preocupaciones: «Cada uno, desde el rol que ocupa, debe hacer algo. Para poder revertir la situación de una especie, no alcanza con publicar los datos en una buena revista. Tenemos que asegurarnos de que esos datos lleguen a agentes de decisión», finalizó.
¿Qué es la Fundación Temaikèn?
La Fundación Temaikèn es una de las más prestigiosas e importantes de nuestro país. Se inauguró en julio de 2002 y desde entonces no ha parado de conservar y ayudar a diferentes animales, gracias a las diferentes áreas que poseen y los profesionales que dedican sus días en salvar a la fauna argentina.
Uno de los sectores más importantes que tiene Temaikèn es el Centro de Recuperación de Especies. Según la información oficial, allí reciben y recuperan «animales silvestres tanto de decomiso, derivados por las autoridades de fauna como aquellos afectados directamente por acciones de origen humano en la zona del Delta y su área de influencia».
Para llevar a cabo esta tarea, cuentan con un predio de 18 hectáreas. El mismo tiene 19 sectores donde los especialistas trabajan con los animales «sin generar impronta humana para así mantener sus comportamientos naturales«. Con el CRET, recuperaron alrededor de 4.200 individuos que fueron devueltos a sus respectivas provincias.
Una de las últimas noticias que se conocieron fue que la Fundación se juntó con Parques Nacionales para colaborar en la recuperación de la población de la ranita patagónica. Esto se debe a que la especie fue abandonando su hábitat por la aparición de peces invasores: «Trabajar en red para recuperar la ranita patagónica es de suma prioridad dado que está catalogada como críticamente amenazada en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), además de ser considerada una especie de interés para la conservación por APN», comunicaron en marzo de este año.