Se curó de cáncer y festejó en la plaza de su pueblo

Joy Gómez Kolber tenía 32 años cuando le diagnosticaron Linfoma de Hodgkin. Lejos de paralizarse, encontró en Instagram con quienes compartir su tratamiento.

Por ADN+

Abr 17, 2023

Joy Gómez Kolber nunca se imaginó todo lo que significaría en su vida lo que comenzó como un simple ganglio inflamado. En plena cuarentena estricta sintió una molestia en el cuello y un año después visitó a un médico por una tos. El diagnóstico fue un sorpresivo antes y después: Linfoma de Hodking.

Oriunda de Santa Rosa, la joven de 32 años tuvo que pausar su plan de irse a vivir a España. “Nunca pensé que sería algo malo, pero todo cambió ese día”, le contó a TN. “Lo físico es horrible, pero lo que te pasa por la cabeza es peor”, recuerda sobre el tratamiento que inició inmediatamente: 12 sesiones de quimioterapia, una cada 15 días.

Una playlist colaborativa para transitar la enfermedad

Como aquellas jornadas eran eternas y le encanta la música, decidió hacer una playlist colaborativa en Spotify llamada “Bye Mr. Hodgkin”. Mucha gente se sumó y le dejó canciones en la lista que la acompañaron en momentos íntimos. En total, la playlist acumuló una duración de más de 37 horas.

Joy mostró a través de Instagram lo que le tocaba atravesar: diagnóstico, días de quimio, pensamientos y acciones. Buscaba conectar con personas que estén atravesando lo mismo. Fue así que conectó con otra joven de Turquía. “Hicimos el tratamiento acompañadas a la distancia, porque lo comenzamos la misma semana”, cuenta sobre a quien considera “una hermana en la enfermedad” y a quien desea conocer personalmente.

“Estuvo buenísimo compartirlo en redes porque me costaba conectar con gente que esté pasando por lo mismo”, indica sobre su decisión y recuerda grupos de chats con jóvenes de todo el mundo que estaban atravesando quimioterapias y que para ella “fueron una compañía clave”. También encontró refugio en cuentas con un tipo de humor que sólo podían compartirse entre ellos: “Teníamos el permiso para reírnos de lo que nos estaba pasando”.

El momento del alta médica

En abril de 2021 terminó las sesiones de quimio y en junio recibió los resultados de una tomografía que le devolvería la esperanza: “Quería que se termine. Leer que estaba curada fue un antes y un después en mi vida”, recuerda aquel día con los papeles entre sus manos, sentada en un banco de la plaza central de su ciudad. En una semana organizó una fiesta junto a sus amigas de toda la vida, familiares y aquellas personas que se habían acercado durante el tratamiento; casi como de cumpleaños, pero para celebrar que se había recuperado del tratamiento invasivo y que el Linfoma de Hodgkin había desaparecido.

“Hicimos una piñata con forma del tumor, hice stickers, hubo mucha música”, relata con alegría sobre la particular celebración que fue el modo de cerrar una etapa que atravesó a pura actitud y humor.

A poco de regresar a Barcelona, a donde se mudó tras el alta médica (pero realizándose controles periódicamente), y a pocos días de cumplirse un año de su última sesión de quimioterapia, Joy destaca lo aprendido: que el tiempo es un factor superimportante y que, a su alrededor, hay muchísimas personas hermosas; además de haber encontrado, a través de las redes sociales, empatía en comunidades virtuales de pares.

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