El sticker sobre las puertas laterales resume el estado del popular Peugeot 307: 100 % eléctrico. Así, se pasea por Nogoyá, Entre Ríos, ante la mirada de todos los curiosos: “En una hora tengo llena la batería. Lo cargo como un celular”, dijo, realizado, durante sus primeros viajes.
Tras dar clases durante 35 años en la Escuela Técnica 1°, se enfocó en su taller de autos y la vez comenzó a hacer cursos de capacitación en CAVEA (Cámara Argentina de Vehículos Eléctricos Alternativos y Autopartes), interiorizándose principalmente en la conversión de un automóvil a combustión a uno eléctrico. En un momento intentó llevar a cabo la iniciativa con sus alumnos, pero por temas de presupuestos se quedó en la puerta.

Alberto, de paseo, por su ciudad. Es la atracción del centro.
Un viaje al Salón del Automóvil en Alemania terminó de convencerlo para arrancar con la misión: “Compré un Peugeot 306 en muy buen estado. Lo adquirí antes de la pandemia, y en ese momento lo pagué $800.000 en dos veces. Fue un buen negocio. Después quité el motor y sólo dejé la carrocería y la caja de velocidad”, arrancó Alberto.

Su modelo es seguido de cerca por el municipio y varias empresas.
El kit eléctrico, compuesto por un controlador, un acelerador y un convertidor, lo pagó 6.600 dólares. Luego sumó un cargador de batería y un medidor de carga: En una hora tengo llena la batería. Lo cargo como un celular”, reveló el hombre.
“Posee una autonomía mínima para poder transitar en la ciudad, alrededor de 70 u 80 kilómetros. Si anduve dos o tres días y el indicador me dice que está en el 40% y 50%, en una hora y media cargo el 100% de la batería. El ahorro es enorme, diría que un 10% del costo del combustible”, agregó.

Así quedó la parte donde iba el motor con el nuevo kit eléctrico.
“En lo personal, me gustaría convertir otro para mí. Quedarme con el Peugeot, pero tener otro, uno con aire acondicionado y dirección hidráulica. El objetivo es comprarme un Renault Twingo y comprar otro equipo, que actualmente cuestan US$9000 oficiales. Es más cómodo y liviano, y me daría más autonomía para viajar a Rosario o Paraná, ciudades ubicadas a 100 kilómetros de donde vivo”, completó Alberto.
Su modelo ya fue tomado como referencia por el municipio y las empresas de la zona lo contactaron para implementar ese sistema en la flota de vehículos.