No es ningún descubrimiento que cada vez es mayor el uso de dinero digital. Como consecuencia de ello, los argentinos y los habitantes del globo terráqueo en general utilizan, progresivamente, cada vez menos el billete físico.
Como consecuencia de ello, en las últimas horas, el Gobierno autorizó el uso de medios electrónicos para que los clientes puedan abonar propinas. Esto ya se venía implementando pero ahora quedó establecido como un derecho absoluto.
Esta decisión de las autoridades se debe a la creciente utilización de las billeteras electrónicas y de las tarjetas de débito y crédito. Por ende, también a la necesidad de «modernizar y simplificar los pagos» de todos los consumidores.
No es un detalle menor que este nuevo sistema entrará en vigencia en los 90 días posteriores desde que fue publicada la medida en el Boletín Oficial, a través del Decreto 731/2024 y contó con la aprobación de Javier Milei y del resto del Gabinete.
«Se aplicará en gastronomía, hoteles, expendedores de combustibles y actividades de reparto. En la mayoría de los países del mundo, esta práctica es común», comenzó exteriorizando Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado.
«En Argentina, en los hechos, estaba vedada porque la ley de contrato de trabajo consideraba a la propina como una remuneración. Por lo tanto, su pago electrónico elevaba los costos para el empleador», completó el funcionario al respecto.
«A eso se sumaba la carga de retenciones impositivas, que todavía existen en pagos electrónicos, y una ambigüedad sobre si la propina era ingreso gravado para los receptores. Todo ello conducía a que las partes involucradas no tuvieran el incentivo para que el cobro de propinas se hiciera de manera electrónica», finalizó.