Sociología del levante

En la cartografía del deseo, Buenos Aires es una ciudad austral obsesionada con las zonas meridionales del hombre: “Los porteños son agresivos e insanamente masculinos”, diagnostica Aziz Ansari, capocómico y flamante antropólogo del levante. ¿Tenemos la idea fija con el sur del Ecuador anatómico? El actor de la sitcom Parks and Recreation se negó a la autobiografía […]

Por Nicolás Artusi

Sep 2, 2023

En la cartografía del deseo, Buenos Aires es una ciudad austral obsesionada con las zonas meridionales del hombre: “Los porteños son agresivos e insanamente masculinos”, diagnostica Aziz Ansari, capocómico y flamante antropólogo del levante. ¿Tenemos la idea fija con el sur del Ecuador anatómico? El actor de la sitcom Parks and Recreation se negó a la autobiografía paródica o las memorias burlescas: en su libro Modern Romance se unió con el sociólogo Eric Klinenberg para trazar una geopolítica del amor en tiempos hiperconectados. Con entrevistas en Nueva York, Los Angeles, Wichita, Tokio, París, Doha y Buenos Aires, el ensayito se propone como una exploración profunda de los placeres y los peligros del romance como síntoma de época y busca respuestas a los grandes dilemas de ahora: “¿Por qué este tipo me manda un emoticón de pizza? ¿Debería salir con esta mina que dice que los chizitos son sus snacks favoritos?”.

Si es cierto que los solteros hoy tienen más opciones románticas que en cualquier otro momento de la historia humana, Ansari se cuestiona: “¿Por qué la gente está más frustrada que nunca?”. En Tokio, la abulia amorosa crea una nueva generación de eunucos emocionales y en Buenos Aires, la tradición sanguínea de los gauchos convierte el chamuyo callejero en un duelo de cuchilleros verbales. En la brillante Parks and Recreation, él interpretaba a Tom Haverford, un abyecto empleado municipal eternizado en una sucesión de citas fallidas en busca de la novia perfecta (o la que le diera bola), asfixiado por la atmósfera de un pueblo pequeño donde el único bar de solteros estaba plagado de compañeras de trabajo o antiguas noviecitas de la secundaria. En su primer libro, Ansari, que estuvo cancelado por comportamiento inapropiado y ahora regresa del exilio social, combina los recursos clásicos de la comedia con palotes elementales de sociología y encuentra el punto en común: “Son dos profesiones en las que uno sólo trata de lograr observaciones resonantes sobre el mundo”, explica. Ahí donde el stand up apenas actualice una tradición centenaria de chistes sobre matrimonios y suegras, Modern Romance inaugura un género híbrido: ni manual de autoayuda ni ensayo concienzudo, es una réplica masculina a la chic-lit (literatura para chicas) que fue hegemónica en los últimos años y un mojón histórico para el negocio editorial: Ansari cobró 3.500.000 dólares como adelanto de derechos de autor.

“La transformación de nuestras vidas románticas no puede ser explicada sólo a través de la tecnología”, escribe como fundamento para su investigación: “En un corto período de tiempo, la cultura entera de encontrar el amor cambió dramáticamente”. Como antecedente, un dato estadístico que hoy resultaría impensable: en 1967, el 76 por ciento de las mujeres decía que estarían dispuestas a casarse con un hombre del que no estuvieran enamoradas. Para Ansari, ese conformismo alumbró a multitudes de personas frustradas. Si un adagio de esta era tan preocupada por la alimentación repite que “somos lo que comemos”, de la lectura de Modern Romance podría extraerse otra conclusión: somos como amamos. Las reglas de etiqueta del sexting, la privacidad en la era del password omnipresente, los abusos en el retoque de las fotos o los restos digitales de una relación después de la ruptura conforman un nuevo protocolo que pone al humano en una posición única en la historia: tiene un bar de solteros siempre abierto en el bolsillo y, ahí donde la pulsión erótica pase por el teléfono, encontrará fugaz regocijo cada vez que vibre su entrepierna.

¿Y el café?

Nacido en los Estados Unidos como hijo de una familia tamil de la India, Aziz Ansari es el capocómico al que se lo puede disfrutar con un café de sus pagos: el gigante asiático es el séptimo productor mundial (aunque sea famoso por el té) y la gran variedad de condiciones de suelo, altitud y clima brinda altísima calidad a su café, tanto en granos de la especie Arábica como de Robusta aunque se destacan especialmente los monzónicos, cultivados bajo el rigor del viento.

Noticias relacionadas

Echale la culpa a Río

Echale la culpa a Río

Las islas, del escritor peruano Carlos Yushimito, es otro para la saga de libros que hacen bien. Ocho cuentos entre los morros y las favelas que rodean Río de Janeiro, con historias de protagonistas tan marginales como adorables.

Un final que no termina de darse

Un final que no termina de darse

Carlos Busqued murió en 2021 a los 50 años, pero su feed de Twiiter dejó una catarata de mensajes que se transformaron en la publicación póstuma de Borderline Carlito, una selección de los posteos que son una reflexión para cada episodio del presente o una predicción para el futuro inmediato.

Nunca pidas que mi amor se muera

Nunca pidas que mi amor se muera

En su novela Gloria, el escritor colombiano Andrés Felipe Solano reconstruye la mística de Nueva York en 1970, la ciudad que hay que visitar por lo menos una vez en la vida, a través de los pasos de su madre.

Seguí leyendo: