La música brinda innumerables reacciones. Pero ahora, gracias a un estudio de la revista “Asvanced Science” donde participaron expertos de la Universidad de Oxford, se determinó que el cerebro de las personas percibe la música y se reorganiza ante el impulso de las notas.
Los científicos descubrieron que no solo se activan distintas zonas del órgano cuando hay sonidos, sino que también se reorganiza la forma en que se conectan entre sí. Estas regiones conforman un sistema complejo de redes cerebrales que rige a todo el organismo.

El hallazgo determinó que el cerebro emite señales que se organizan de manera sincronizada a través de la música.
En el estudio participaron 29 personas adultas que escucharon tonos breves emitidos a un ritmo constante.
“Lo que encontraron es que el cerebro no solamente procesa los sonidos como si fuera un receptor pasivo. No es que escuchamos, el cerebro envía esas señales a la corteza auditiva donde se hace consciente y se termina el asunto. Si no que en realidad las redes neuronales se reorganizan en tiempo real cuando perciben los estímulos auditivos, rítmicos o sonoros. Esto significa, entonces, que el cerebro se va reconfigurando según lo que escucha”, sostuvo el grupo de especialistas.
Las melodías, acordes y el tempo son capaces de moldear las conexiones entre las neuronas. Por ende, más que un simple sonido agradable, la música logra crear un vínculo profundo con los engranajes de la mente.

Gracias a este estudio, se pueden elaborar diversas terapias en diversas enfermedades congénitas.
Todos estos cambios fueron detectados gracias a una nueva herramienta llamada «Freq-Ness», que permite ver con más precisión cómo se activan diferentes circuitos cerebrales según el ritmo de los estímulos, a partir del análisis de los campos magnéticos que genera la actividad eléctrica de las neuronas.
De esta manera, los estímulos auditivos podrían convertirse en herramientas terapéuticas específicas trastornos neurológicos como el Parkinson, el Alzheimer, la epilepsia o el autismo.