Superó el suicidio de su madre, batalló contra la obesidad y ahora ayuda a los demás

Mariana Gómez Badía debió lidiar contra diversos problemas, pero su espíritu solidario terminó pesando más. Totalmente conmovedor.

Por Gabriel Casazza

Ene 5, 2025

La vida de Mariana Gómez Badía no fue para nada sencilla. Es que, a lo largo de ella, tuvo que lidiar con diversas complicaciones para nada menores. Sin embargo, superó todas y cada una de ellas y en la actualidad se ve caracterizada por la solidaridad.

Por empezar, cuando tenía solamente nueve años de edad, Mariana sufrió el suicidio de su madre. Sí, un golpe completamente impactante. Para colmo, su padre optó por alejarse de ella y de su hermano de tres años, por lo que quedaron a cargo de sus abuelos.

«Mi infancia fue un poco compleja», le confió Gómez Badía a TN. Sin embargo, a fuerza de voluntad y de superación, pudo dejar atrás esa página realmente oscura de su vida para seguir adelante. De todos modos, no fue la única traba.

Sucede que Mariana también tuvo que batallar contra la obesidad: «Había arrancado con problemas de obesidad y en el colegio me sentía como el bicho raro, me hacían bullying, pero tampoco se hablaba de eso», sentenció al respecto.

«A diferencia de otros niños, a mí me tocó transitar una situación difícil en mi familia y no se hablaba como ahora de salud mental, entonces tuve que ir rearmando sola, como un rompecabezas, para terminar de conocer mi historia», añadió.

«Era complejo porque te veían entrar y ya había una mirada de ‘no vas a quedar en el puesto’, sobre todo si era de administrativa o de estar en contacto con el público», manifestó Mariana, quien llegó a pesar 120 kilos en su momento más delicado.

De todas maneras, ella siguió adelante: estudió, se convirtió en coach sistémica y terapeuta en regresiones. A su vez, escribió dos libros denominados «Sana quien insiste» y «Romper el ciclo: cómo desatar los nudos invisibles que boicotean tu vida».

Paralelamente, Mariana tiene una cuenta de Instagram con casi 400.000 seguidores. En ese contexto, desde sus rondas de constelaciones familiares, ayuda a sanar: «Sana uno, sanamos todos». Para aplaudir de pie.

Gabriel Casazza

Noticias relacionadas

Seguí leyendo: