Si hablamos de Carlos López Puccio, hacemos referencia a uno de los grandes integrantes de Les Luthiers, el fabuloso grupo humorístico que deleitó y cautivó a propios y extraños durante décadas y décadas.
Pero la magia se traslada de generación y generación. Basta con ver a Teo López Puccio, su hijo, deslumbrar como matemático en las redes sociales. Inclusive, también maravillar a todos desde otros rubros y aspectos.
Teo comenzó como director musical y compositor en obras de teatro del calibre de «Dirección desconocida», de Marcos Krivocapich, o «Familia no tipo y la nuble maligna», de Mariano Chauud y Gustavo Tarrío, entre otras.
Paralelamente, este joven de 27 años de edad formaba parte de la banda «Camaleón» y terminó desempeñándose como un instrumento de la fusión entre la música y el teatro, algo que él llama «interfase».
Pero eso no es todo. Como si fuese poco, hizo la carrera de matemática en la Universidad de Buenos Aires. Si bien al principio no mostraba interés por este campo, algo en las olimpíadas matemáticas cambió su visión por completo.
Ahora, junto a Marcos Krivocapich, Donna Tefa y Micaela Amaro y Lula Fenomenoide, presentó «Piramidal», una sátira musical de creación colectiva que aborda las nuevas modalidades de estafa: tomando la realidad actual con gracia.
Esta pieza, que cuenta con la dirección musical de López Puccio y Dino Pérez, explora los mecanismos que movilizan estos fraudes e interroga los motivos que llevan a las personas a caer en estas estafas.