Paloma y Sophie pudieron darse un abrazo que estuvo suspendido en el aire durante cuatro años. 12 mil kilómetros de distancia las separaba cuando la más pequeña, Paloma, se enfermó de leucemia y Sophie le donó su medula. Por diferentes cuestiones burocráticas y la las lógicas complicaciones de vivir en continentes diferentes pospusieron un encuentro que finalmente pudo concretarse el viernes pasado.
Paloma, oriunda de Córdoba, se enfermó cuando tenía solo siete años. Su cuerpo pudo soportar solo tres de los nueve ciclos de quimioterapia que debía realizar. Cuando su cuerpo empezó a decir basta, la posibilidad de un transplante llegó desde Alemania como un milagro. Sophie se había ofrecido como donante unos meses antes y fue 100% compatible con la urgencia de la niña cordobesa.
Ya con la recuperación en marcha, la familia de Paloma solo anhelaba poder encontrar al ángel que la había salvado, aunque algo se los impedía. “Después del trasplante no te dejan saber ningún dato del donante, solo te dicen de qué nacionalidad es y esta chica era alemana pero vivía en Malta. Recién después de ese tiempo nos dieron los datos y la empezamos a contactar a través de una carta donde le preguntamos si ella quería contactarse conmigo. Firmó una autorización, nosotros también, y luego de eso empezamos a contactarnos vía mail y Skype”, detalló Paloma.
En su tiempo de recuperación, la ahora adolescente dio sus primeros pasos en la música. “Dejamos todo, hemos pasado en el transcurso de su enfermedad cosas muy feas, y su sueño era comer y viajar, entonces su padrino nos propuso anotarla en el Festival de la música italiana. Lo hicimos y ella fue pasando las etapas y ganó”, contó su papá. El premio era un viaje a Italia para cantar en el Parlamento y ese fue el primer paso para conocer a Sophie.
“Le conté que iba a hacer este concurso y me dijo que podíamos encontrarnos ahí. En el medio pasaron muchas cosas, el festival se canceló hasta que volvieron a reactivarlo y confirmaron que se iba a hacer en Roma”, explicó la adolescente.
La familia, que después de tantos años solo deseaba que Paloma pudiera cumplir sus sueños, armó las valijas y emprendió viaje para comenzar una nueva vida en Europa. Instalados, finalmente ocurrió el esperado encuentro entre Sophie y Paloma, que quedó plasmado en un emotivo video. “Ella nos estaba esperando en la puerta del hotel y mi primera reacción fue abrazarla y agradecerle. Se aprendió la palabra ‘te amo’ y solo me repetía eso”, contó la protagonista de esta historia.
Una nueva vida en Italia
Luego de la llegada a Italia, la familia apostó por un nuevo futuro. Hoy Paloma se encuentra cursando la secundaria y comenzó a estudiar en el liceo de música donde terminó el año con el promedio más alto, aunque todavía extraña la Argentina. “Fue un cambio muy grande pero este es mi sueño”, sostuvo la adolescente.
Es que en el país aún quedaron tres de los cinco hermanos que componen la familia, porque no podían costear los pasajes de todos. “Estamos viendo cómo hacer para traerlos, hace poco conseguimos trabajo, muy lejos de la docencia a la que nos dedicamos desde hace años, pero que nos permite vivir aunque no llegamos a pagar los vuelos”, lamentó Fanny, la mamá de Paloma.
“Estamos poniendo mucho esfuerzo en estar todos juntos”, destacó. “Fueron momentos duros donde no veíamos la hora que se termine y ahora solo vemos la luz y sabemos que vamos a conseguir traerlos”, concluyó.