La ciencia continúa encontrando respuestas con cada avance. Esta vez, la NASA halló indicios del origen de la vida en la Tierra en el asteroide “Bennu”: aminoácidos y nucleobases.
Lo curioso es que estos materiales no son fruto de procesos biológicos, sino que se formaron en el espacio, lo que refuerza la teoría de que los bloques fundamentales de la vida podrían haber llegado a la Tierra a bordo de asteroides primitivos, según se publicó en las revistas “Nature” y “Nature Astronomy”.

Los resquicios del asteoroide que utilizó la NASA en su investigación.
Los científicos han encontrado indicios de que “Bennu” albergó agua líquida en el pasado, un ingrediente clave para la formación y evolución de moléculas orgánicas complejas.
“La misión OSIRIS-REx de la NASA ya está reescribiendo los libros de texto sobre lo que entendemos acerca de los comienzos de nuestro sistema solar”, afirmó Nicky Fox, administradora asociada en la Dirección de Misiones Científicas de la NASA.
El asteroide contiene 14 de los 20 aminoácidos que forman proteínas en la Tierra, además de los cinco nucleótidos esenciales para el ADN y ARN: adenina, guanina, citosina, timina y uracilo.

La misión Osiris hace contacto con «Bennu», el asteroide que podría revolucionar todas las teorías.
Estas biomoléculas pudieron podrían haber llegado a la tierra transportadas en asteroides similares a “Bennu”, contribuyendo al surgimiento de la vida hace más de 4.000 millones de años.
Si estos asteroides fueron capaces de generar y conservar moléculas esenciales, se mantiene la idea de que es podría haber repetido el mismo proceso en todo el Sistema Solar.
Las futuras misiones a Europa (una luna de Júpiter), Encélado y Titán buscarán determinar si estos entornos han experimentado procesos químicos similares a los de “Bennu”. De confirmarse, la posibilidad de encontrar vida microbiana extraterrestre podría ser mayor de lo que se pensaba.