En Argentina hay muchas disciplinas deportivas que se han instalado de forma contundente. En medio de ese panorama, hay un deporte que no es del todo conocido pero que promete generar una verdadera revolución a lo largo y a lo ancho de nuestro país.
Se trata del Horseball, una disciplina que combina la destreza ecuestre con la estrategia de equipo, exponiendo una verdadera danza coordinada entre el jinete y el caballo y también la intensidad de un deporte como el rugby. Y el mismo se encuentra en franco crecimiento.
De hecho, en 2025 se desarrollará el primer Mundial de Horseball, el cual tendrá lugar, precisamente, en Argentina. Como consecuencia de ello, se están llevando a cabo todos los preparativos para que el mismo tenga un rotundo éxito y dé la vuelta al mundo.
«El Horseball es un deporte hípico internacional. Juegan cuatro jugadores por lado con el fin de convertir un tanto en un aro que está ubicado en las cabeceras», exteriorizó al respecto Pablo Segovia, presidente de la Asociación Argentina de Horseball.
En definitiva, este deporte está lleno de velocidad, precisión y trabajo en equipo. Bajo esa órbita, los partidos se llevan a cabo en picaderos de hasta 70 metros de largo, con dos períodos de 10 minutos donde cada equipo se turna para estar en el campo con un solo caballo por jugador.
Naturalmente, el Horseball es un descendiente directo del deporte nacional argentino: el Pato. En la década de 1970, un grupo de franceses quedó tan impresionado con el Pato que lo llevó a Europa. Sin embargo, serias limitaciones generaron una mutación y el mismo se transformó en Horseball.
Una de las principales diferencias con el Pato es que el jugador que lleva la pelota debe hacer un paso en 10 segundos y para que un tanto sea válido se deben realizar al menos tres pasos entre tres de los cuatro jugadores de campo. A su vez, los pases se hacen con ambas manos como en el rugby.
