Momento de graficar una de esas historias que conmueven a propios y extraños y que motivan al mundo entero a seguir luchando y a no bajar los brazos por nada del mundo. La misma tiene como protagonista a Felipe Palagani.
Se trata de un bebé de un año que nació en mayo de 2024 en la capital de Neuquén, transformándose posteriormente en el primer paciente en recibir un trasplante a partir de una donación de corazón asistolia controlada en Argentina.
Esto se traduce en que el donante, que fue otro niño de la misma provincia, había fallecido por un paro cardíaco irreversible y no por muerte cerebral. Fue un procedimiento inédito en el país y en toda América Latina.
El mismo, que incluyó el corazón que pertenecía a Luca Zarragud, un niño que tenía dos años y que también había sido trasladado a Capital Federal para su atención, se llevó a cabo en el Hospital Italiano de Buenos Aires el 18 de junio pasado.
Los niños compartieron habitación y Felipe terminó recibiendo la donación del corazón porque se encontraba primero en la lista nacional del INCUCAI, teniendo compatibilidad. Se trató de un momento plagado de emoción.
Así fue como las madres de ambos pequeños construyeron un vínculo irrompible que se edificó a partir de la esperanza pero también del dolor. Un vínculo tan fuerte que, sin ningún tipo de dudas, será para siempre.
«Mi hijo nació el 20 de mayo del año pasado. Nos habíamos hecho un control prenatal y todo dio bien. Después del nacimiento también Felipe estaba sano. Hasta que alrededor del quinto mes de vida, lo tuvimos que llevar a una guardia médica y luego le diagnosticaron una miocardiopatía dilatada en el corazón», indicó Pamela Domínguez, mamá de Felipe, en diálogo con Infobae.
«Felipe y Luca se conocieron en la misma habitación en el hospital. Incluso yo estaba en la puerta cuando Luca llegó con su familia al hospital. El único órgano que Luca pudo donar fue el corazón. Yo aún estoy tan conmovida por todo que me cuesta hablar. Sé que hoy somos una gran familia con los papás de Luca», completó.